Esta semana se suspendieron las clases en el edificio rosarino ubicado en Alem al 2050 luego de que algunos de los estudiantes contrajeron la enfermedad. Estiman que este lunes a la tarde terminarían las tareas de desinfección y se podrán retornar algunos de los cursados.
El edificio del Instituto de Seguridad Pública (ISP) que funciona en Rosario tuvo que ser desalojado esta semana y por ende se suspendieron las clases. El motivo de esta decisión tiene que ver con que un grupo de cadetes contrajo sarna, según los primeros indicios, dentro de la institución.
En este momento y desde hace semanas hay más de 100 cadetes infectados con SARNA HUMANA negándose les la posibilidad de desafectar del servicio activo a los demás integrantes de la Institución.
Sería interesante que se hagan presentes ya que es una enfermedad infecta contagiosa que va diseminarse rápidamente no sólo entre los cadetes sino también en la población de Rosario y su zona de influencia. Dando por descontado que la fuerza de seguridad ya debe estarlo porque la población de cursan tés tiene cientos de cursantes.
Tras conocerse la noticia de los contagios, las autoridades del ISP decidieron cerrar las puertas para desinfectar todos los ambientes y así evitar que la enfermedad se siga propagando entre los alumnos.
Una vez que ese operativo de limpieza finalice, algo que está previsto para la tarde de este jueves, se empezará a normalizar el dictado de clases y se habilitarán algunas de las aulas que funcionan dentro del histórico edificio de Alem al 2050.
Ante la magnitud de la gravedad que reviste este asunto se sabe por fuentes de ese instituto superior de oficiales de policía las autoridades hasta último momento trataban de ocultar la situación de contagios masivos en los cadetes, pero el hecho le exploto en la cara ya que a sarna o escabiosis es una ectoparásitos producida por Sarcoptos scabiei. Existen dos formas clínicas, la típica y la llamada sarna noruega, con lesiones hiperqueratosis generalizadas y con un gran potencial para provocar brotes en situaciones de hacinamiento y en ese sentido los cadetes que revistan estudios hacen una semana de presencia cursando y otra semana en la casa virtualmente, ósea con todo ese panorama esa enfermedad muy contagiosa la llevarían a sus familiares directos y así en forma progresiva como reguero de pólvora se contagiara gran parte de la población rosarina esperemos que las autoridades civiles que comandan a la policía tomen carta en el asunto.