Justicia Divina – La Puerta Giratoria: Lo encontraron con dos nenas y preservativos en un utilitario, pero lo dejaron libre por un argumento irrisorio

Dos efectivos fueron alertados sobre «movimientos sospechosos de una camioneta» con vidrios polarizados. Al acercarse descubrieron a un hombre con el pantalón desabrochado y a dos nenas, de 8 y 10 años, en plena crisis de nervios.

La Policía de la Provincia de Buenos Aires detuvo a una persona que se encontraba en una posición sospechosa. El hecho ocurrió en la zona de las calles Junta de Mayo y Larreta, en la autopista de Villa Udaondo, localidad bonaerense de Ituzaingó. Dos efectivos fueron alertados sobre “movimientos sospechosos de una camioneta” con vidrios polarizados. Al acercarse descubrieron a un hombre con el pantalón desabrochado y a dos nenas, de 8 y 10 años, en plena crisis de nervios.

“En la parte trasera de la Traffic había una caja de cartón y un preservativo que, se presume, acababa de utilizar”, precisó sobre el procedimiento una fuente cercana a la causa.

Agentes del Grupo Motorizado de la Policía bonaerense detuvieron al hombre bajo la sospecha de haber abusado sexualmente de las menores momentos antes de que lo descubrieran. No obstante, algunas horas después recuperó la libertad debido a que la investigación presentó que las nenas no tenían ninguna lesión compatible con un abuso y además explicaron ante las autoridades que habían salido a hacer compras con el detenido, pareja de su mamá.

En tanto, se incautó el profiláctico usado que se encontró en la camioneta Renault Traffic color champagne del acusado, que incluso tuvo que mudarse por temor a represalias en el barrio y con una orden de restricción de acercamiento a las nenas dictada por la Justicia. Asimismo, en el caso intervino personal de la seccional 3ª de Las Cabañas y de la Comisaría de la Mujer y la Familia.

En Argentina, el abuso sexual contra menores es un delito tipificado en el Código Penal. Este se da cuando un adulto los involucra en situaciones sexuales para las que no están en condiciones de dar su consentimiento.

A su vez, se considera abuso aun cuando la persona adulta utilice al menor para estimularse sexualmente, haya o no haya contacto físico. En la mitad de los casos, el agresor suele vivir con la víctima o es una persona de cercanía.