Este tipo de prácticas quedaron prohibidas en 2022, tras la muerte de un subteniente. Las víctimas, que tienen entre 20 y 25 años, sufrieron quemaduras en el esófago, en los pulmones, el estómago y en los ojos.
La Justicia investiga un "bautismo" con sidra y cal viva a 35 soldados en Córdoba. Este "rito de iniciación" fue organizado el 17 de mayo por el Tercer Cuerpo del Ejército para celebrar la finalización del entrenamiento de los jóvenes paracaidistas del Regimiento 14. Como resultado, 20 soldados sufrieron quemaduras en el esófago, estómago, pulmones y ojos. “Se emitió una orden para hacer eso. Imagínese que es imposible negarse a someterse a tal bautismo", señaló el abogado de una de las victimas.
La aberrrante práctica se conoció por un video viral en las redes sociales y que obligó al Ejército a dar explicaciones. En las imágenes se observa el momento exacto en el que a los soldados, arrodillados uno al lado del otro, les arrojan cal en sus rostros.
“Se emite una orden para que se pongan de rodillas en fila, se los va parando uno a uno y se les grita la palabra ‘paracaidista’, la cual debe ser correspondida con la palabra ‘siempre’. Una vez que quedan con la boca abierta en la letra ‘e’ del final de la palabra, le arrojan un poco de harina, supuestamente, y sidra en la cabeza”, contó Jerónimo Argañaraz, abogado de uno de los denunciantes, en diálogo con Radio Mitre.
Fueron 35 los jóvenes a los sometidos a ese "bautismo", pero al menos 20 resultaron con quemaduras en el esófago, estómago, pulmones, en las vías respiratorias y ojos, de acuerdo a lo que detalló Argañaraz. Para la defensa, las lesiones encuadran en “vejaciones”, ya que los subordinados no pudieron abstraerse.
“Se emitió una orden para hacer eso. Imagínese que es imposible negarse a someterse a tal bautismo. Es inadmisible en el Ejército esa circunstancia”. Las víctimas, que tienen entre 20 y 25 años, son miembros del Regimiento 14 de Paracaidistas del Tercer Cuerpo del Ejército.
Padre de una de las victimas: "Son costumbres arcaicas, desgraciadamente"
“Inmediatamente, al tomar contacto con el líquido, eso (la cal) les hizo efecto. Los quemó, literalmente, por fuera y a muchos de sus compañeros, por dentro. Algunos, los más graves, con lavaje de estómago, quemaduras en las vías respiratorias, en los ojos, la nariz”, afirmó.
Además, explicó el hecho resultó cubierto porque el mismo día falleció un joven de carrera militar en la misma zona: “Esa funesta noticia solapó esto. Y también se ha querido tapar esto. Son costumbres arcaicas, desgraciadamente”.
Precisamente, el 17 de mayo falleció Franco Daniel Maizarez, sargento del Comando de la IV Brigada Aerotransportada del Ejército Argentino, al sufrir una falla en su paracaídas durante un entrenamiento de rutina. El trágico accidente ocurrió en la zona de La Calera, ciudad donde se encuentra el citado regimiento, según confirmaron fuentes oficiales.
Según detalló el comunicado de prensa difundido en aquel momento, el sargento Maizarez murió mientras participaba de “una actividad de adiestramiento operacional programada”, la cual consistía “en el lanzamiento de paracaídas automáticos y de alta infiltración en el campo de instrucción militar, en inmediaciones del Aeródromo La Mezquita”.
Los rituales de iniciación habían sido prohibidos en el Ejército Argentino en 2022
“El Ministerio de Defensa, cuando estaba Tahiana en el cargo, prohibió absolutamente todos los bautismos o ritos de iniciación. Entonces esta celebración, que ya se venía practicando con harina, infringía las normas administrativas internas”, añadió el abogado.
En 2022, los rituales de iniciación habían sido prohibidos en el Ejército Argentino después de la muerte en Corrientes del subteniente Matías Ezequiel Chirino, de 22 años. El hecho ocurrió en junio de ese año en el Grupo de Artillería Nº 3 con base en Paso de los Libres, Corrientes, tras una cena que se extendió hasta la madrugada y, según testigos, terminó con varios de los egresados alcoholizados; entre ellos, Chirino.
Pasada la madrugada, alrededor de las 5 del domingo, el joven oriundo de Río Cuarto, Córdoba, fue encontrado por dos de sus compañeros, inconsciente y con signos de hipotermia, sobre un colchón tirado en el piso.
Rápidamente, fueron notificados sus superiores, quienes tras intentar reanimarlo, lo trasladaron en una ambulancia del Ejército al Hospital San José, en cercanía al regimiento, donde le realizaron maniobras de rescate pero no tuvieron resultados. En tanto, el parte oficial detalló que el soldado falleció tras un “paro cardíaco producido por asfixia por alimento”, que da indicio que se habría ahogado con su vómito mientras dormía.
Los soldados tienen "temor absoluto" de hacer la denuncia
El caso se encuentra judicializado, bajo investigación del doctor Carlos Casas Nóblega, Fiscalía Federal N° 2. De acuerdo con el abogado, los 20 soldados voluntarios con quienes mantiene contacto tienen “temor absoluto” de hacer la denuncia por posibles represalias.
A su vez, reprochó el accionar que tuvo el organismo después del incidente. “Lo que debieron haber hecho es someter a la Justicia para dilucidar si existió o no un delito y no hacer una investigación interna, donde elaboraron una pantomima. No dejaron que cada soldado voluntario declarara libremente, sino que fueron induciendo la declaración para obtener la respuesta que querían escuchar”.
Según el comunicado del Ejército Argentino, los jóvenes fueron "evacuados al Hospital Militar Córdoba, donde recibieron atención médica y se les realizaron estudios". Y agregó: "Un grupo reducido quedó en observación y posteriormente, fue dado de alta". Además, se indicó que se ordenaron "actuaciones disciplinarias internas, en el marco de las cuales se determinó la existencia de una falta disciplinaria por falta de control" y "a todos los responsables se les impusieron las correspondientes sanciones disciplinarias".
Para Argañaraz, el caso incluye vejámenes ilegales, abuso de autoridad, encubrimiento y coacción. "Hay una máxima que dice que la ropa sucia se lava adentro por lo cual se labraron actas falsas con el objetivo de que no trascienda y se apliquen sanciones puertas adentro ", denunció el abogado a contramano de la versión del Ejército. "El mismo comunicado dice ‘nosotros ya tenemos las sanciones’. ¿Quiénes son ellos para darle sanciones administrativas ante la comisión de un delito?”.
Además, el abogado denunció que un alto jefe del Ejército se enteró que algunos soldados heridos llamaron a la Aseguradora de Riesgos de Trabajo (ART) para que les cubra los tratamientos y que los soldados afectados fueron amenazados para evitar que denuncien lo ocurrido ante la ART o ante la Justicia.