Luego del fallecimiento de Maradona,  se suponía una respuesta de posibles demandas y reclamos interesados,   quizás algunas necesarias o justas. Pero No se quiso aceptar la muerte del ídolo del futbol. 

Sin quitar los méritos de Diego, muchas personas ojalá hubieran sido eternas,  no produjeron ningún fenómeno porque no habla dinero detrás de ellos, como René Favaloro. Otras fueron calladas intencionalmente, y merecían una investigación seria. Hombres públicos. 

Tenemos miles de argentinos que valen oro, la lógica también dice que la vida tiene una fecha de vencimiento, aunque a muchos parezca injusto. 

La lección que deja la muerte de Maradona, que habrá que redactar protocolos que los respalde a los profesionales de los famosos. Ellos parecieran ser carne de cañón al momento final. 

Y si un profesional se negara atenderlos más allá de su fama, conociendo los riesgos, se diría que es abandono de persona. 

Hay un término que lo define todo: intereses económicos. 

Es como que muchos, se pueden morir , otros merecen morir y los anónimos se van a  morir porque es su destino  

En estos momentos se está lucrando con la muerte. 

Y lamentablemente en otros ámbitos también hablar de esto ocupa el primer lugar con otros enfoques, tratamientos e importancia, noticias de prima plana y alto consumo. 

Quieran o no, transgredieron la intimidad de Diego. Recuérdenlo en sus mejores momentos. No hay necesidad de describirlo en paños menores. 

Las muertes injustas, la pobreza acaso no las provoca?  Las lágrimas son en silencio de hambre y sed.