Un policía dio un sentido discurso a favor del uso de barbijo en el transporte público para evitar la propagación del coronavirus y se ganó una ovación de todos los pasajeros en el tren Sarmiento.
El uso del transporte público sigue restringido a personal esencial y ciertas actividades puntuales en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Sin embargo, en los últimos meses existió un relajamiento de las actitudes de prevención. Entre ellas, el uso de barbijo en la vía pública.
Advertido por el incorrecto uso del tapabocas, un agente de la Policía Federal instó a los pasajeros de una formación del tren Sarmiento a cumplir con la adecuada utilización del barbijo.
El oficial, que trabaja en la custodia de esa línea ferroviaria, se despachó con un discurso de concientización que recurrió a la sensibilidad de los testigos. Después de su mensaje de más de dos minutos, el policía recibió el aplauso generalizado del vagón.
"Por favor, les pido que se coloquen bien el barbijo, como corresponde. A la persona que no lo tenga bien colocado la voy a bajar de la formación, sea blanco, amarillo, negro, violeta o de la raza que sea. Porque siempre (dicen) que hay discriminación. Sea hombre, sea mujer, no me interesa", comenzó el agente.
"Si a esa persona que le digo que se baje no se coloca el barbijo, no le interesa el otro. Bueno, yo le voy a enseñar a que se interese por el otro", continuó el policía. Y suplicó: "Empiecen a tomar conciencia de lo que está pasando".
Tras una breve interrupción de un vendedor ambulante, retomó el hilo de su mensaje y alertó sobre los peligros de utilizar el transporte público: "Por favor, empiecen a mostrar colaboración, especialmente en el transporte público. Este es el peor lugar de contagio. A ver si lo entienden: el transporte público es el peor lugar de contagio".
Aseguró que su mensaje no forma parte de sus tareas habituales. "Va más allá de mis funciones", expresó. "Es más, cuando subo a las formaciones hasta abro las ventanas, cosa que ustedes no hacen; tienen calor, no pueden respirar, y no abren las ventanas".
Además de la apertura de ventanas para permitir la circulación de aire, también llamó la atención de los jóvenes para que eviten las salidas recreativas peligrosas y las fiestas clandestinas.
"Espero que no llegue, dentro de un mes o un mes y pico, la segunda ola. Espero que no sea así. Especialmente a los jóvenes. No se vayan a cualquier lado, piensen en sus padres, piensen en sus abuelos. Porque se van a divertir dos minutos y después van a terminar con mucha suerte en un hospital con un respirador artificial. ¿Pero piensan que eso los va a salvar? No, porque los tubos del respirador los destruyen por dentro", dijo el policía.
"Por favor, tomen conciencia de lo que está pasando", fueron sus últimas palabras antes de pasar a otra formación, en medio de los aplausos y las felicitaciones de los pasajeros del vagón.