"Carroceros", los fanáticos de "Esperando la Carroza", al cine argentino: una joyita sobre una joyita

Llega a Cine.Ar y con la plataforma al conjunto de películas nacionales recordadas con esa categoría. Porque para que una película de culto se convierta en clásico hace falta de fans y ése es el recorrido de este documental. Obra de un fan, homenaje para el elenco y a sus queridos carroceros y carroceras.

Soy de esas personas que puede recitar de memoria diálogos completos de películas. Siempre lo cuento como suerte de talento inútil que me caracteriza: la capacidad de almacenar y reproducir los parlamentos (en situaciones que pueden aplicarse o mientras miro las escenas), por supuesto con el tono que pronuncian sus personajes. Pero en esta nota lo cuento como anécdota o más bien como el puntapié para meternos de lleno en "Carroceros", porque ésa fue la premisa de la que su director, Mariano Frigerio, partió junto a su compañera de proyecto, la cineasta Denise Urfeig, para contar esta historia: la de les, las y los fanáticos de "Esperando la Carroza" (Alejandro Doria, 1985).

Ver los trailer es un estallo en sí, pero ver el documental es un viaje maravilloso. Y en muchos términos. Primero, porque es el viaje personal de un cineasta que primero fue(es) amante del cine argentino, y con ello de una de las películas que se volvió furor con el esplendor de los videoclubes en el país; porque pensar que "Esperando la carroza" no fue de entrada un éxito rotundo, es también otra arista hermosa de conocer. Segundo, porque sus fans se agrupan y reúnen todos los años frente a la casa del barrio porteño de Versalles donde se filmó la película -tour que abarca además, la plaza y las otras casas (como la de Antonio y Nora, la de Susana y Jorge, hasta la de Dominga, y el bar)-, una casona (en la que actualmente vive gente) que conserva el gen de la obra concebida por Doria pero escrita por el dramaturgo uruguayo, Jacobo Langsner: representar la dinámica familiar barrial tipo argento-uruguaya. Tercero, por el camino que propone el documental a quien mira, desglosando la película para extraer de ella lo mejor. Y cuarto -no diré último, porque seguro haya otras acepciones que encuentren ávidos espectadores- porque una de sus protagonistas, Mariana, carrocera de ley, hará el viaje de su vida, lo que queda plasmado en el film.

Como dije, soy del grupo de seres que repite una película de memoria pero ver a una comunidad hacerlo a la perfección y con una película argentina me enganchó de entrada y, así, fui charlando con algunes de sus responsables. 

El director, Mariano Frigerio vive en Versalles, y mejor aún, cerca de la casa en la que se rodaron casi todas las escenas de "Esperando la carroza". "Siempre me intrigó la casa", cuenta. Su proyecto comenzó con la idea de un corto que evolucionó, recuerda, con un momento específico. Junto a Denise Urfeig -con quien mantienen una amistad, además de un vínculo profesional- pasaron un día y se impresionaron al ver que mucha gente se frenaba en la casa y se sacaba fotos, cantidad que aumentaba notablemente los fines de semana. "Nos dimos cuenta que lo interesante era eso: los fanáticos. Ahí el proyecto giró y comenzamos a entrar en el mundo de los Carroceros", expresa en diálogo con Filo.News.

 

 

El camino de Denise Urfeig fue diferente. Había visto la película y más allá del cariño que le tiene no alzó la bandera de los carroceros. Hasta ahora. "Lo que me convenció fue el fenómeno que generó 'Esperando la Carroza' en tantas personas durante tantas generaciones. Ver tantos fanáticos con esa pasión por una película argentina me pareció algo muy único", reconoce.

Volvió a ver la película durante el armado del documental, y ahí la chispa de encanto: "Me hice fanática a través del documental. Mariano me llevó a volver a ver la película y aprenderme algunas frases. Para usar un término muy carrocero, me considero carronueva, de los que recién empezamos. Soy fanática por adopción". Hoy la define como la mejor película del cine argentino.

 

Mariano Frigerio y Antonio Gasalla

 

Así fue que comenzaron a ingresar a redes sociales y dar con los grupos de miles de carroceros. Desde Asociación de enfermitos de Diálogos de "Esperando la Carroza" y Asociacion de fanáticos de Esperando la carroza en HD, ambos con más de 20 mil subscriptores y Esperando la Carroza Remasterizada, con 538.120. "Los empezamos a leer y quedamos realmente alucinados", cuenta Mariano.

"Toda mi vida fui fanático de 'Esperando la Carroza' y me dieron vuelta frases de la película. Lo que me pasó cuando hicimos el documental fue darme cuenta de que no estaba solo y que además había gente mucho más fanática que yo. Cuando arrancamos pensé que era alto nivel de carrocero y en el medio me di cuenta que 'no, para nada' y hacia el final, que era mediocre", comenta con humor. Y acá una instancia interesante. A lo largo del film, carroceros, carroceras y carroceres se miden su nivel de fanatismo con preguntas, actuaciones y referencias. Lo que llevó a muches a darse cuenta de hasta dónde llegaba su pasión.

 

Esperando la carroza, 1985.

 

"De todos modos, frases uso todos los días: con mi marido durante mucho tiempo nos decíamos minusválido mental, y después para hacerlo más simpático nos empezamos a decir minus. Me parece un insulto muy gracioso para todos los que somos carroceros. La que uso mucho mucho como latiguillo es 'qué duda cabe'", añade. Para quiénes no las tengan tan presente, la invitación es a encontrarlas en la película, excusa para volverla a ver o hacerlo por primera vez.

¿A dónde están los carroceros?
Preparan empanadas y ravioles para juntarse y ver la película. Arman tours por las locaciones más importantes de la película, se disfrazan, recitan los diálogos de memoria y todos comparten un sueño en común: entrar a la casa de Elvira (China Zorrilla), Sergio (Juan Manuel Tenuta), y Matilde (Andrea Tenuta).

"Ver al elenco enterándose de nuestra existencia fue muy lindo y gracioso a la vez. Por ejemplo escuchar a Gasalla preguntar: '¿Trabajan?'. Sí, trabajamos. 'Yo no soy tía, soy pobre'", expresa Mariana, carrocera protagonista del film. Actriz, oriunda de Bahía Blanca y con enormes cualidades -además de recitar parlamentos enteros de la película- como imitar a la perfección la voz de la amada y recordada China Zorrilla.

"Soy actriz y a China siempre la sentí como una referente. Me llegaron a decir cosas como 'China vive en vos' y ese tipo de cosas que es muy loco", cuenta. Toca la melodía de La Vaca Lechera con la que cierra la película, y junto al piano, se ve una foto con la adorada actriz.

"Se habían agotado las entradas para verla acá en Bahía Blanca pero yo la quería ver a ella. Entonces fui, la esperé en las escalinatas del teatro y las bajamos juntas, con ella del brazo. Ahí salió esa foto que la tengo siempre conmigo. Me puse muy nerviosa que me quedó una anécdota: cuando terminamos de bajar le dije 'China, te dejo' y cuando me fui me quedé pensando 'cómo le dije eso' si ella me tenía que dejar a mí. Estaba tan nerviosa que no pude más que admirarla", recuerda emocionada.

Uno de los grandes puntos a favor de "Carroceros" fue contar con las participaciones del elenco, y la productora Diana Frey. Mónica Villa, Andrea Tenuta, Antonio Gasalla, Cecilia Rossetto, Luis Brandoni, Betiana Blum y Enrique Pinti complementan con anécdotas y reacciones sobre quienes ahora son los protagonistas de la historia, personajes de la vida misma. 

"Nosotros pensábamos que los actores al principio iban a pedir que no los molestemos más con este tema pero no fue así, estaban encantados", suma Mariano, quien cuenta que Diana Frey estaba "alucinada", luego de que la acompañaran a ver uno de los encuentros carroceros.

"Me sorprendió mucho la reacción de los actores cuando les contábamos de este fenómeno. Se sorprendían mucho. Ninguno sabía que era tanto. Y el cariño con el que recuerdan la película, incluso sin acordarse del nombre de su personaje, fue algo muy lindo de ver en las entrevistas", añade Denise.

Mariana vio "Esperando la carroza" desde chica y si bien no recuerda la fecha con exactitud sabe que "evidentemente causó un enorme impacto en mí porque siendo muy chica me empecé a aprender todos los diálogos". Incluso, con Enzo Doliri -otro empedernido carrocero- realizan el espectáculo "Los Musicardi", donde traen los diálogos a la actualidad, desde Elvira y Mamá Cora (Antonio Gasalla).

 

Mariana como Elvira en la puerta donde pasó todo

 

"Ser la protagonista no me lo creo. Es una especie de sueño cumplido: filmar y con la película, dos cosas que amo. Citando a la Dominga (Cecilia Rossetto): 'Se me juntaron los dos partos'", asegura.

Es interesante tener presente que "Esperando la carroza" se estrenó antes de su nacimiento, como es el caso de Hernán, y acá la cuestión generacional que hace que la película siga tan vigente. Hernán tiene 28 años. Es empleado administrativo, padre de una niña de 6 y otro de 2 años. Vive en Campana y también administra las páginas de Facebook de Carroceros Documental y de Esperando La Carroza Remasterizada.

La primera vez que vio la película fue a través de un amigo. "Me pareció que gritaban mucho, después volví a verla hasta que me pareció de lo mejor que hizo el cine nacional", sostiene. Comparto ese punto con Hernán, esa es una de las primeras impresiones que da "Esperando la Carroza" y no es azaroso, sino que era fue uno de los puntos más trabajados por Doria para crear el clima de grotesco que se sostiene a lo largo de toda la cinta. Incluso, Mónica Villa (Susana) cuenta que tuvo que grabar más de una vez el "¡Nadie la echó!", ya que el director se lo pedía cada vez más agudo.

 

Esperando la Carroza, 1985.

 

Y hablando de impresiones. Una de las primeras impresiones que te genera ver el trailer de "Carroceros" es pensar "estas personas están locas", una simpatía por la pasión desmedida. Y sí, como la película, el documental es un delirio hermoso, situaciones de lo ridículo que generan que todo te cause ternura y más de una sonrisa.

"Como en todo fanatismo hay algo de locura en los carroceros pero es una locura linda. En los encuentros se divierten, se hacen amigos. Generaron una comunidad. Hay muchísimo humor y talento: hablar con las frases de una película es dificilísimo y ellos lo hacen con una gran naturalidad", destaca Denise Urfei.

 

Cecilia Rossetto (Dominga) en un encuentro carrocero | Foto: Instagram @carroceros_documental

 

"Cuando les contábamos a muchos amigos nuestros sobre el proyecto, no se terminaban de hacer la idea de cuán fanáticos podía ser alguien por 'Esperando la Carroza'. Yo siempre los comparaba con los fans de 'Star Wars' y me miraban con cara de que era un exagerado. Pero me parece que hay algo de eso, de ese fanatismo de los carroceros que los lleva a disfrazarse, decir los diálogos y encontrarse. No es alguien que está solo en su casa sino que necesita el encuentro", resalta por su parte el director.

Y coincido en que puede sonar exagerado pero que no es tan descabellado. En 1980, "El imperio contraataca" se convirtió en una de las películas más esperadas de la historia, con fanáticos acampando en las salas de cine. El precedente de George Lucas con Star Wars plantó bandera -camino que antes comenzó a trazar Star Trek- para las decenas de convenciones sobre cultura pop. Comandadas por y para les fans. ¿Y qué mejor que ver cómo impacta en algo tan argentino y que sirve para repensar los esquemas familiares y sociales?

"Ser carrocero es una locura constante", admite Hernán, de los que va diciendo los diálogos de todos los personajes mientras mira "Esperando la Carroza". "Tenemos carroceritos, petits (haciendo referencia a la peli) y los carroceros kids. En mi caso soy papá de una nena de 6 años que es mini fanática. Ellos se divierten mucho con la aparición de niños en la película: con Cacho (Darío Grandinetti), o cuando Mamá Cora le da de comer a Oscarcito. Al de 2 aunque no entiende mucho, le entretiene", comenta.

 

"Esperando la carroza", 1985

 

"No sé si lo llamaría algo loco pero a veces cortar una discusión con diálogos de la película"— se confiesa Mariana— "Y lo recomiendo, es muy bueno. Meter un diálogo hace que no quede más alternativa que reírte. Y aplicado a la vida, vale más.

"Algunos ejemplos. Cuando no le entendés a alguien: 'Sáquese lo que tiene en la boca y hable claro'. Cuando querés cortar una situación y están medio densos: 'Bueno basta, que se les va la mano'. Cuando tenés un mal día: 'No me pongan más nerviosa de lo que estoy, carajo. Ay perdoname, tengo un carácter tan...'. Y así podría seguir", expresa.

"Quién no conoce a algún Sergio": analizarla con ojos de hoy
Pensando en esta nota me puse a reflexionar también en el título de la película. Esperando la carroza hace alusión a la frase popular, una suerte de preguntar ¿qué te vas a quedar esperando? Y aquí me interesan dos cuestiones. Una, lo popular. Y otra, la que señala la historia como una sátira.

 

Mariano Frigerio y Denise Urfieg, directores responsables de esta obra de arte "Carroceros"

 

Tenemos una película que es notablemente costumbrista y que su contexto no debe ser pasado desapercibido porque allí radican otras riquezas (tres años después del fin de la última Dictadura Cívico Militar). Meterse con el esquema tradicional de familia "católica, apostólica y románica" (como diría Elvira) y con ella con situaciones sociales (como el abandono de los adultos mayores, la diferenciación por clases sociales, la representación del barrio, vecines, la adolescencia, la impunidad policial, el luto, entre otros) generó un valor icónico de lo popular, un "nos pasa a todos" (algo así como lo que años después también generó "Relatos Salvajes", no casualmente la película argentina más taquillera).

Mientras que preguntarnos: "¿qué vas a estar esperando, que cambien?", en relación a estos personajes -que hoy podemos seguir reconociendo en nuestro entorno- nos muestra que el humor es una herramienta política y sumamente inteligente para invitarnos a re pensar. Punto para Langsner, y también, Doria. Pero además, sabemos que desde el '85 hasta ahora algunas cuestiones sí cambiaron, y sería desconsiderado no verlo de ese modo.

La ley de divorcio en 1987 es una de ellas. Debate que comenzó a deconstruir los esquemas de familia y el amor romántico. Paradójico darse cuenta que salió dos años después de "Esperando la carroza", que también trata temas de relaciones extramatrimoniales y a la vez la contradicción del "mantener las apariencias".

Muchos años más tarde, la ley de ESI (Educación Sexual Integral, 2006), fue otro de los grandes aportes, con todo lo que se juega en el personaje de Matilde y su crecimiento. Años después, los movimientos feminismos y sus convocatorias en marchas (desde el Ni Una Menos, 2015), por expresar un hito puntual, llevaron a la sociedad a interpelarse sobre los roles de género que denuncia pero también naturaliza (por la época) la película. Entonces, ¿cómo es posible analizarla a los ojos de hoy?

"Más allá del humor que tiene, 'Esperando la carroza' es una profunda crítica a la sociedad de ese entonces y que sigue totalmente vigente por eso sigue causando gracia e interés. Al abandono de los viejos -con la dedicatoria final de 'a nuestros viejos queridos'-, cómo se la revolean de un lado para el otro pero sobre todo las clases más acomodadas, la casa en la que se desarrolla la película donde viven su hijo, esposa y nieta es la de Mamá Cora y la sacaron de ahí sin hacerse cargo. El personaje de Brandoni (Antonio) que es al que 'le fue bien' económicamente hablando (financista) ni mandan dinero hasta se ofenden cuando no los notifican del cumpleaños. Ellos son otra clase y la gente los tiene que servir. También hay mucha referencia a la Dictadura. Con pequeños detalles y más claros te muestran que claramente Antonio trabajó para la 'Pesada'. Ahí se nota que todo estaba como muy fresco. Lo interesante de Jacobo Langsner es que lo retrató con humor, para que quede", expresa Mariano Frigerio.

"Todos tenemos esa tía fayuta, la de bajos recursos, la nariz parada, o la que tiene que lidiar con todo y sacar a su familia adelante como el personaje de Lidia Catalano; o la disputa de quién se hace cargo de la madre cuando llega a una determinada edad", aporta Hernán. A lo que Urfeig señala: "Los estereotipos que muestra la película siguen existiendo y ahí está el secreto de por qué sigue tan vigente: muchas familias y sus roles siguen siendo así, siempre hay un garca, la que se hace más fina de lo que es, una persona mayor de la que hacerse cargo.

"Me parece que esa sátira y ese grotesco hace 'Esperando la Carroza' una película completamente incorrecta y ahí reside lo genial que es", cierra la directora.

 

fuente: filo.news

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