El Presidente afronta cuatro días con definiciones importantes para su gestión. La visita del jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, y la intranquilidad por el impacto de la segunda ola en el interior del país.
El próximo jueves el presidente Alberto Fernández asistirá a uno de los anuncios más esperados por su Gobierno en el último tiempo. El laboratorio Richmond dará inicio a la producción de la vacuna Sputnik V en Argentina luego de recibir el principio activo, que llegará el martes a las 16:30, al Aeropuerto de Ezeiza, en un vuelo de Aerolíneas Argentinas.
Será el comienzo de la producción en escala del laboratorio que preside Marcelo Figueiras y que espera obtener cerca de dos millones de dosis por mes de la vacuna desarrollada por el Instituto Gamaleya, de Rusia, el principal proveedor de vacunas que tiene el gobierno nacional con un contrato de 30 millones de dosis.
“La única preocupación que tengo es que sigan llegando vacunas”, repite Alberto Fernández en su despacho de la Casa Rosada ante diferentes interlocutores. El interés está basado en la necesidad de poder mantener el ritmo de provisión de dosis que logró en las últimas semanas y que le dio un volumen mucho mayor al operativo de vacunación.
El Gobierno proyecta vacunar a todos los mayores de 18 años, con una dosis, antes de fin de año. Incluso, los más optimistas, esperan que sea con la llegada de la primavera. Para eso Fernández necesita que las dosis sigan llegando y, en paralelo, ir cerrando contratos con otros laboratorios. En Argentina sabe que podrá contar con toda la producción que pueda hacer Richmond de acá a fin de año.
En este caso particular las vacunas no llegarán al país, sino que se producirán en Argentina. Todas las dosis que Richmond haga durante este año serán compradas por el Gobierno. En el 2022, con una proyección de aumentar la escala de producción con una planta nueva en el conurbano bonaerense, el camino del laboratorio será diferente. Aspiran a proveer de vacunas rusas a diferentes países del continente.
En paralelo el Gobierno espera que avancen las gestiones con los laboratorios que producen las vacunas de Moderna y Johnson & Johnson. Ambas podrían llegar como parte del envío de vacunas que realizará el gobierno de Estados Unidos, pero ninguna de las dos está aprobada por la ANMAT.
Por eso en Balcarce 50 esperan que se avance pronto con ese proceso de control de calidad y testeo para poder tener autorizadas ambas vacunas en el país. Fernández tiene en claro que su objetivo es conseguir todas las vacunas que se pueda en el plazo más corto posible. No importa cuántas y no importa de dónde provienen. Son vacunas.
Por otra parte, espera que los gobiernos provinciales puedan avanzar por su cuenta en la adquisición de vacunas. Tal como hizo el gobernador de Buenos Aires, Axel Kicillof, al firmar un acuerdo con un laboratorio de la India por 10 millones de dosis.
En ese contexto, ayer por la tarde, el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, y la ministra de Salud, Carla Vizzotti, le brindaron su respaldo a los mandatarios provinciales para que avancen en la compra de vacunas y les recomendó cómo encarar las negociaciones.
En el momento que presentó el acuerdo Kicillof fue claro y dijo que le enviarán las dosis que consigan al Estado nacional para que haga una distribución equitativa en todo el país. Alberto Fernández coincide con esa idea y cree que si otras provincias obtienen vacunas, deberían seguir el mismo camino.
Otra de las preocupaciones que tiene el Presidente pasa por la aprobación de la ley para regularizar las restricciones sanitarias, también conocida como “ley pandemia”. El proyecto fue enviado al Congreso por el Ejecutivo hace un mes y aún no pudo ser aprobado. Logró media sanción en el Senado pero se quedó estancado en la Cámara baja.
Alberto Fernández espera que esta semana salga la ley. Es una expresión de deseo. En la Cámara de Diputados la situación es compleja. “Faltan votos y tiempo”, le aseguró a Infobae un legislador que está encima de las negociaciones para conseguir consenso y poder sacar la ley. Parece difícil que el Gobierno logre contar con esa herramienta esta semana. Si no la obtiene, deberá sacar un nuevo DNU.
Sin embargo, en el Congreso no pierden las esperanzas. Negocian hora a hora para intentar sacar la ley entre el miércoles y el jueves. Todo el proceso sería demasiado ajustado, pero posible. Al menos eso reconocen en el Frente de Todos. Es una posibilidad latente.
La idea original que existe en Balcarce 50 es que la ley para regular las restricciones sanitarias, que el Gobierno envió hace un mes al Congreso, salga antes de que se venza el decreto vigente. De esa forma, podría comenzar a funcionar el semáforo epidemiológico para determinar qué localidades deben restringir sus actividades al límite y cuáles pueden tener más aperturas.
“Es una ley que ordena. Con esos parámetros cada gobernador sabe lo que tiene que hacer. Si tiene que abrir o cerrar”, suele decir el Presidente.
El proyecto de ley establece un semáforo que se divide en cuatro categorías. Departamentos de Bajo Riesgo, Medio Riesgo, Alto Riesgo y Alerta Epidemiológica. Los que están en la última categoría serán los que tengan mayor cantidad de restricciones. Además, será el escenario para que el Poder Ejecutivo pueda intervenir si lo considera necesario. Esa es la cláusula que más conflictos ha generado en las negociaciones.
La tercera preocupación de Fernández es que los gobernadores continúen con los controles en las provincias. El cumplimiento efectivo de las medidas es determinante para que los casos de Covid-19 desciendan y el sistema sanitario no esté en riesgo de colapso.
En las últimas horas el Presidente asumió como positiva la decisión de Juan Schiaretti y Omar Perotti de cerrar actividades en Córdoba y Santa Fe. Ambos gobernadores demoraron los cierres y se vieron obligados a realizarlos por el gran crecimiento de los contagios y la ocupación del sistema sanitario.
“Esto se ha convertido en un juego de ver quién es menos severo o más severo. Y lo que hay que ser es cuidadoso. Es evidente que cuando bajás la circulación bajan los casos”, le reconoció Fernández a sus funcionarios más cercanos durante una charla informal en la Casa Rosada.
Por último, este martes arribará al país el presidente del gobierno de España, Pedro Sánchez, en búsqueda de relanzar la relación estratégica entre ambos países y firmar una serie de acuerdos.
Durante los días que esté en Argentina, el Gobierno trabajará con el mandatario español el plan de internacionalización de la economía para 2021-2022 que destinará 4.500 millones de euros con el objetivo reforzar la actividad económica española en América Latina.
Fernández sigue en búsqueda de apoyos internacionales que le permitan desandar el camino del acuerdo con el FMI y el Club de París sin tantos obstáculos. Siente, y advierte, que es importante contar con respaldo de los gobiernos europeos para lograr los consensos. Tiene en claro que no quiere caer en un default.