El país recibió una primera y escasa dotación de vacunas rusas contra el coronavirus que no llega a cubrir ni al 10% del personal sanitario. Con caras poco o nada ruborizadas, los diputados chavistas en Venezuela fueron los primeros en vacunarse con las dosis de la rusa Sputnik V.
Felices, los legisladores celebraron la vacunación en las redes sociales, causando indignación entre los venezolanos.
El primer lote de 100.000 dosis del fármaco ruso, que solo alcanza para inmunizar a 50.000 personas con sus dos aplicaciones, llegó la semana pasada y comenzó a distribuirse hace tres días. Esta cantidad no llega a cubrir ni siquiera el 10% del personal sanitario y representa solo el 0,5% de la población total, según la Federación Médica Venezolana.
En la distribución de las pocas vacunas disponibles, el privilegio de pertenecer a la nomenclatura chavista primó por sobre las normas de los organismos internacionales de salud, que prioriza a los adultos mayores, personal sanitario y pacientes de alto riesgo.
El diputado Alfonso Campos Jessurun no tuvo reparos en publicar en las redes sociales su credencial que certifica haber recibido la primera dosis de la vacuna rusa, pero posteriormente borró el mensaje.
Campos es miembro del partido El Cambio y forma parte de los 24 diputados “opositores” que participaron en las legislativas del 6 de diciembre pasado, convocadas por Maduro.
Estos comicios fueron rechazados por ser considerados fraudulentos por la oposición, que lidera Juan Guaidó, y por gran parte de la comunidad internacional.
Otros diputados como Anyelith Tamayo y Rubén Limas también reconocieron por las redes sociales que habían sido vacunados.
En la lista de los 277 diputados no se descarta que Diosdado Cabello, vicepresidente del partido gobernante Psuv, y la directiva integrada por Jorge Rodríguez, Iris Varela, Didalco Bolívar y Cilia Flores, la mujer de Maduro, hayan sido vacunados.
El mismo Maduro lo había anunciado la semana pasada: “En el plan de vacunación van incluidas autoridades que, por su trabajo, justifican su actividad de calle, su protección especial para que el Estado continúe su marcha. Igualmente los diputados y diputadas van a ser vacunados en esta primera etapa”.
El 99,5 % restante de la población venezolana ha quedado desprotegida ante el coronavirus sin tener certeza de cuándo va a recibir la vacuna. Solo una minoría de 0,5% de chavistas ha tenido el privilegio de vacunarse por lo que la aplastante mayoría ha expresado su indignación por las redes sociales.
Vacuna por votos
No es el primera vez que la vacuna se mete en los corredores de la poco transparente gestión chavista. De cara a las elecciones para gobernadores y alcaldes de mitad de año, la consigna electoral del oficialismo parece ser "vacunas por votos", con el propio presidente anunciando por radio a principios de febrero que las primeras 100 mil dosis irían en parte a los militantes del Movimiento Somos Venezuela.
El partido Movimiento Somos Venezuela (MVS), de tendencia socialista y antiimperialista, lo creó Maduro en junio del 2017 y lo legalizó ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) en enero del 2018.
La discriminación política de la inmunización, anunciada por Maduro, anticipa que la utilizarán para conseguir "votos por la vacuna", de cara a las elecciones regionales de gobernadores y alcaldes previstas para mediados del año para favorecer tal vez a su hijo Nicolasito, quien es candidato para gobernador de Vargas (el litoral de Caracas).
La estrategia no es nueva. Este mismo mecanismo coercitivo de "el que no vota no come" lo aplicó el chavismo en las elecciones legislativas del 6 de diciembre pasado.