El magnate republicano se burló de las políticas migratorias de su sucesor y exigió que "se abran las escuelas ahora mismo". Coqueteó con la posibilidad de ser candidato en 2024.
Donald Trump está de vuelta. Por primera vez desde su caótica salida de la Casa Blanca, el expresidente se dirigió a su electorado más reaccionario atacando los pilares de la gestión del presidente Joe Biden. Se burló de sus políticas de inmigración y exigió que "se abran las escuelas ahora mismo". No se bajó de la política e incluso coqueteó con la posibilidad de encabezar en 2024 la candidatura presidencial republicana. Además cargó duramente contra los compañeros de su partido que votaron a favor del impeachment que le iniciaron por "incitar a la insurección" en la toma del Capitolio del pasado 6 de enero.
Con el tono que lo caracteriza, el exmandatario siguió apelando a la división para sostener el lema de "Estados Unidos Primero": "Sus familias todavía no pueden ir a un restaurante mientras Biden autoriza el ingreso al país de miles de refugiados de quienes no sabemos nada". Bloqueado en Twitter y otras redes sociales, Trump mantuvo hasta el momento un perfil bajo aislado en su complejo de Mar-a-Lago en Florida desde que dejó el gobierno el 20 de enero. Allí es resistido incluso por los vecinos, que con razón le recordaron a través de una carta que se trata de un club y no de un lugar de residencia permanente.
"¿Ya me extrañan?", preguntó el expresidente haciendo estallar a su audiencia en el gran evento anual de la Conferencia de Acción Política Conservadora (CPAC) que comenzó el viernes en Orlando, Florida. Toda su presentación fue una mezcla de ceremonia religiosa con toques de stand up. En la previa de sus palabras sonaron canciones como "Billie Jean", "Gloria", o "Macho Man", y en su despedida se escuchó otra canción festiva de los Village People, "YMCA".
Su discurso de una hora y media de duración fue una colección de críticas a Biden y ninguna autocrítica. "Joe Biden ha tenido el primer mes más desastroso de cualquier presidente en la historia moderna... En tan solo un mes hemos pasado de ser los primeros a ser los últimos", aseguró el magnate republicano. "Estamos en medio de una lucha histórica por el futuro de Estados Unidos, la cultura de Estados Unidos, las instituciones de Estados Unidos, las fronteras y nuestros principios más preciados", agregó.
El exmandatario empezó atacando a Biden por la "crisis en la frontera sur", alabando sus supuestos avances en materia migratoria. "Al eliminar imprudentemente nuestra frontera, las medidas de seguridad, los controles, todas las cosas que implementamos, Biden ha provocado una avalancha masiva de inmigración ilegal en nuestro país como nunca antes habíamos visto", dijo Trump y acusó al presidente demócrata de hacer que "los viles coyotes vuelvan a hacer negocios". El nuevo gobierno presentó la semana pasada al Congreso un proyecto de reforma migratoria que entre otras cosas posibilita un camino a la ciudadanía para millones de indocumentados.
Trump también cargó contra el al mandatario demócrata por derogar las prohibiciones de viaje implementadas durante su gestión. Como una de sus primeras medidas, Biden anuló un decreto migratorio de Trump que prohibía la entrada al país de ciudadanos de países mayoritariamente musulmanes. "Ha aumentado las admisiones de refugiados en casi 10 veces, pero en efecto será cientos de veces a medida que millones de personas fluyan a través de nuestras fronteras que pronto estarán abiertas", aseguró el exmandatario.
En su tiempo dedicado a la pandemia de coronavirus que hizo estragos en el país durante su mandato, Trump se mostró preocupado por los niños alegando que "deben volver a la escuela y hacerlo ahora mismo". Una vez más recurrió a comparaciones xenófobas al asegurar que los migrantes en la frontera están recibiendo educación, pero los propios ciudadanos de Estados Unidos no, acusando a Biden de "vender a los niños estadounidenses a los sindicatos de docentes".
El expresidente se atribuyó todo el mérito de la Operación Warp Speed asegurando que los demócratas estaban "siguiendo nuestro plan" sobre las vacunas contra la covid-19. "Si tuviéramos un medio de comunicación honesto, lo cual no tenemos, lo dirían fuerte y claro", advirtió. Lejos de recapacitar, Trump volvió a referirse al coronavirus como el "Chinavirus" y en ningún momento hizo referencia a la falta de coordinación federal de su gestión para enfrentar a la nueva pandemia.
Con la verborragia que lo caracteriza, Trump insinuó que estaba listo para encarar la carrera presidencial hacia 2024 e insistió en que ganó las presidenciales de 2020. "Quién sabe, puede que incluso decida vencerlos por tercera vez", dijo entre una lluvia de aplausos. El expresidente calificó los comicios de 2020 de "amañados" y acusó a los tribunales por no hacer nada al respecto. La multitud conservadora asintió al grito de: "¡Ganaste, ganaste!".
Trump negó que vaya a crear un nuevo partido político, una versión que venía corriendo en algunos medios locales, asegurando que cuenta con el apoyo de 9 de cada 10 miembros del partido republicano. "Me presento ante ustedes hoy para declarar que el increíble viaje que comenzamos juntos hace cuatro años está lejos de terminar", dijo el exmandatario, a quien le dedicaron una particular estatua dorada que fue la atracción de los conservadores que se acercaron a la convención.
This statue of Donald Trump has been an eye-catcher at #CPAC2021
— Carolina Chimoy (@CarolinaChimoy) February 28, 2021
Guess what? it was made in #Mexico
Picture by @DaveASloan pic.twitter.com/DR0w6kXmRW
Aunque no esquivó casi ningún tema, Trump no se refirió ni pidió disculpas por el violento asalto al Congreso del pasado 6 de enero. Tampoco profundizó en el impeachment que lo tuvo contra las cuerdas bajo la acusación de incitar a la insurrección. En el Senado siete republicanos se unieron a los demócratas en la votación para condenarlo, aunque el juicio no prosperó. "No podemos tener líderes que muestren más pasión por condenar a sus conciudadanos de la que todos tienen por enfrentarse a los demócratas, los medios de comunicación y los radicales que quieren convertir a Estados Unidos en un país socialista", aseguró al respecto.
Sobre el final de su discurso, Trump volvió a uno de los temas más mencionados a lo largo de la tarde: las presidenciales de 2024. En ese punto, el exmandatario volvió a vaticinar un triunfo republicano aunque desconociendo, en tono enigmático, quién será el candidato del partido: "Me pregunto, ¿quién, quién, quién será?".