El primer mandatario sostuvo que no reniega del capitalismo, pero que viajó para alzar su voz a favor del capitalismo de la producción y el trabajo y contra la lógica de la especulación financiera.
Se esperaba que el discurso de Alberto Fernández en la apertura de la cumbre del G20 fuera fuerte y lo fue, a pesar de que sólo tuvo tres minutos para exponer. Le bastaron para decir que "no hay inocentes en esta historia. Son tan responsables los que se endeudaron sin atender las ruinosas consecuencias sobrevinientes como los que dieron los recursos para financiar la fuga de divisas en una economía desquiciada" en relación con la deuda que el gobierno de Mauricio Macri contrajo con el FMI. El Presidente le dijo eso al mundo a pesar de que (o tal vez porque) el plato fuerte de la jornada iba a ser una reunión con la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, para hablar de la delicada renegociación de la deuda con el organismo contraída por Mauricio Macri.
Fernández llegó a la cumbre del G20 y fue recibido por el Premier Mario Draghi, anfitrión del encuentro. En la "foto de familia" con todos los mandatarios, le tocó estar al lado de su par brasileño, Jair Bolsonaro. La cumbre estuvo signada por una serie de encuentros bilaterales que incluyeron una reunión con la canciller alemana, Ángela Merkel y con otros mandatntarios a los que el Presidente les habló de que la Argentina se está recuperando, que está exportando y que están llegando inversiones. Pero su discurso fue lo más saliente, calificado de valiente por tirios y troyanos.
Una denuncia y un pedido al G20
En su discurso de tres minutos, Fernández fue contundente y planteó que "no hay inocentes en esta historia. Son tan responsables los que se endeudaron sin atender las ruinosas consecuencias sobrevinientes como los que dieron los recursos para financiar la fuga de divisas en una economía desquiciada" en relación con la deuda que el gobierno de Mauricio Macri contrajo con el FMI. Agregó: "Que nadie se confunda. No vengo a renegar del capitalismo, vengo a alzar mi voz contra los que han sometido al capitalismo de la producción y el trabajo al de la lógica de la especulación financiera. La ética social debe darle contenido a la economía y el G20 debe involucrarse en esa tarea sabiendo que tanta injusticia rodea nuestras vidas".
La pandemia y la vacunación
"Nuestra templanza está a prueba. Quienes renegamos de un mundo en el que la riqueza se concentra y la pobreza hunde a millones, debemos fortalecer nuestras convicciones. Es hora de convocar a una reflexión colectiva. Es tiempo de que nuestras almas se involucren tanto como nuestros cerebros", dijo Fernández ante los líderes más poderosos del mundo.
"Millones de hombres y mujeres viven en la pobreza. Esa población sufriente habita, en su inmensa mayoría, en países en desarrollo. En el marco de la pandemia, estas disparidades estremecen. Casi el 80 por ciento de las vacunas producidas se aplicaron en países de altos ingresos. En cambio, más del 60 por ciento de la población de nuestra región aún no tiene completado su esquema de vacunación. La vacuna aún no es un bien global. Ese triste panorama se patentiza cuando vemos que se restringe la movilidad de las personas según haya sido la vacuna a la que pudieron tener acceso", denunció.
El comienzo
"Es un placer darles la bienvenida después de dos años difíciles de pandemia", dijo el , anfitrión de la cumbre para dar comienzo a las exposiciones. “Es claro que el multilateralismo es la mejor respuesta para los problemas que encontramos. Seguir adelante solos no es una opción. Debemos encontrar la forma de resolver nuestras diferencias”, dijo Draghi a modo de bienvenida.
Fernández estuvo acompañado por los ministros de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, Santiago Cafiero, y de Economía, Martín Guzmán, y por el embajador argentino ante los Estados Unidos y sherpa en el G20, Jorge Argüello.
La Cumbre se centra en analizar la situación económica y sanitaria global post pandemia, así como la crisis del cambio climático y en preparar las discusiones que continuarán en la COP26 (Conferencia de las Partes de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático) que se desarrollará en Glasgow.
El encuentro de jefes de Estado es la culminación de una serie de reuniones de trabajo que se desarrollaron durante un año y que contaron con la participación de ministros, sherpas y diversos grupos de trabajo en pos de la adopción de soluciones concretas para los principales desafíos de la agenda global.
Y no terminó: este domingo, el Presidente expondrá en dos paneles más, uno vinculado a la salida económica pospandemia.
PáginaI12 supo que el documento final de la cumbre está casi listo. La expectativa del Gobierno es que alguna de las propuestas que hizo para cambiar la arquitectura financiera del mundo esté incluida en algún párrafo.
Para eso fue. Para alzar su voz y de paso encontrarse con lo inesperado, como una charla con Joe Biden o una gastada sobre fútbol a Jair Bolsonaro.
Luego, el Presidente viajará a la cumbre sobre Cambio Climático de Glasgow, un tema urgente para que aborde el planeta. Realizar cambios y plantear ideas innovadoras es una tarea difícil, pero acaso las luchas difíciles sean las únicas que valgan la pena para que, como definió el historiador Fernan Braudel, la historia sea la ciencia de lo que cambia y de lo que permanece.
Y los cambios no suelen ocurrir por arte de magia,
