Un evento similar se llevó a cabo el pasado 9 de julio en el mismo lugar y con la presencia de Damas Gratis.
Días después de la controversia generada por la presencia de Damas Gratis, otro hecho insólito ocurrió en el barrio privado Puerto Mbiguá, en Ituzaingó, en Corrientes, donde se realizó una fiesta clandestina a la que no solo asistió un sacerdote, sino que también la bendijo.
John Rajimón, representante legal y rector del Colegio Roque González, fue visto en el escenario del evento ilegal, bendiciendo a los asistentes. De inmediato, el video se viralizó en las redes sociales y estalló la polémica.
“No sabía nada de la fiesta, era una inauguración de un centro de loteo y me invitaron”, se defendió ante la prensa, pese a que los eventos masivos están prohibidos como medida para combatir la pandemia de coronavirus.
#Amen #PuertoMbigua mejor no hablar del propietario del terreno, ligado al ? pelota ⚽️ https://t.co/qAhmjiTvGb pic.twitter.com/SAbzV7qx1V
— Elva Carballo IG carballoelva (@ElvaCarballo) July 15, 2021
Hasta el momento, no se presentaron en la Justicia denuncias por la fiesta, de la que participaron algunas personalidades de Misiones, según informaron medios locales.
En ese sentido Misiones Cuatro informó que, además del Jefe del Servicio Penitenciario Provincial, Manuel Dutto, estuvieron presentes jueces y funcionarios, así como también subsecretarios, directores y concejales posadeños.
El pasado 9 de julio, una fiesta similar se llevó a cabo en el mismo predio. Con la banda popular Damas Gratis como principal atractivo, empresarios misioneros facturaron alrededor de 8 millones de pesos, tal como aseguraron portales de noticias locales.
Como si fuera poco, el subsecretario Carlos Báez contó que se detectaron varios casos positivos de coronavirus en personas regresaban de aquella fiesta, por lo que se les recomendó a todas las personas que estuvieron en el lugar que se realizaran los testeos correspondientes.
Frente a este panorama, el intendente de Ituzaingó, Eduardo Burna, expresó: "Quienes organizan y participan de esos encuentros, además de actuar de forma irresponsable, lo hacen a espaldas de las autoridades, exponiéndose a sanciones y al riesgo de contraer la enfermedad”.
“Es justamente el carácter clandestino de esos encuentros lo que dificulta su control, del mismo modo que un banco no puede anticipar si va a ser asaltado. No se trata de deslindar responsabilidades, sino de entender que esta clase de eventos lamentables son, en primer lugar, responsabilidad de quienes los organizan y de quienes aceptan participar”, agregó.
