En Argentina jubilarse es sinónimo de entrar en la pobreza

Según la Defensoría de la Tercera Edad un jubilado en el país necesita más de 150 mil pesos para cubrir la Canasta Básica. Se precisan tres jubilaciones mínimas para solventar los gastos mensuales. En Mendoza, la Canasta Básica para los jubilados en septiembre fue de 104.500 pesos

 

En la Argentina, pensar en jubilarse no es sinónimo de descanso o viajes de placer. Sino, para la gran mayoría, es entrar en un camino sinuoso de angustia e incertidumbre. Ya no se percibirá el mismo monto que de un sueldo en actividad y la mayoría buscará estrategias de supervivencia.

El Estado paga las jubilaciones con las contribuciones de los trabajadores en blanco y de los empleadores, pero también con otros impuestos. Hay ingresos tributarios como Ganancias, IVA y un porcentaje de la masa coparticipable que alimentan los ingresos del sistema de seguridad social que van a parar a la ANSES.

Como vemos los ingresos de la ANSES no provienen sólo de los aportes jubilatorios, pero su objetivo central es pagar las jubilaciones.

Sin embargo, después de la debacle del 2001 otros usos se le dieron a esos recursos, que no implican gastos en jubilaciones y pensiones como son la Asignación Universal por Hijo y otros planes sociales.

La "plata de los jubilados"

La gran discusión es si el uso de esos recursos debe estar limitado al pago de las jubilaciones y pensiones o debe tener un rol más amplio. Para quienes defienden el concepto “plata de los jubilados”, el uso para otros fines es injustificado, sobre todo porque cada vez los montos que se pagan en haberes jubilatorios son más exiguos.

La jubilación promedio es actualmente de 66.895 pesos, pero la mínima que cobran más de 6 millones de jubilados en el país es de 43.352 pesos. El ingreso mínimo llegó en septiembre a 50.353 pesos porque se sumó un bono extraordinario del Gobierno para paliar la escalada inflacionaria. El resto recibe un haber promedio de $65.000, mientras que la Pensión Universal para Adultos Mayores es de $34.642.

Basta con mirar rápidamente los números para ver que los jubilados y pensionados pierden por goleada frente a la inflación.

Eugenio Semino, defensor de la Tercera Edad.

 

El abogado Eugenio Semino, es el defensor de la Tercera Edad y dijo a Radio Nihuil que “el 80 por ciento de los jubilados es pobre por ingresos. Y son cada vez menos lo que tienen alguna ayuda de sus hijos”.

Muchos adultos mayores reciben ayuda de sus hijos o de familiares pero muchos otros están sumidos en la miseria. Incluso están quienes terminan sus días en albergues u hogares del estado en las peores condiciones. Muy penoso si se tiene en cuenta que trabajaron toda una vida y aportaron 30 o 40 años al Estado que les da la espalda en el final de sus vidas.

Como vimos, estos datos ratifican la situación de precariedad y miseria en la que se hunde cada vez más al sector pasivo.

El 80 por ciento de los jubilados es pobre

La Canasta Básica que mide la Defensoría de la Tercera Edad, en octubre alcanzó los $151.478.

Suma gastos de vivienda (un alquiler promedio o gastos de mantenimiento en $49.374); medicamentos e insumos de salud ($25.013); limpieza ($12.849); alimentos ($29.912); servicios ($10.670); vestimenta ($9.700); transporte ($8000) y recreación ($5.960).

La Defensoría de la Tercera Edad comenzó a hacer esta medición hace doce años cuando el INDEC no daba a conocer los datos. Desde entonces, publica dos veces por año sus estudios: en abril y en octubre.

En abril de este año la Canasta Básica para los jubilados se ubicó en 97.338 pesos. Y el monto de la de octubre es el doble del que se había registrado en la medición de octubre del 2021 cuando tuvo un valor de $75.505.

Si se analizan estos números se deduce que en seis meses la misma canasta se encareció un 55,7 por ciento. Y la inflación en el bolsillo de los jubilados en un año fue de un 106 por ciento.

Los incrementos que otorga el Gobierno claramente no fueron a ese ritmo.

En Mendoza el 70 por ciento de los jubilados cobra la mínima

En la provincia hay 340.000 jubilados y pensionados. De ese número 205.000 cobran el haber mínimo.

“Por un lado somos pobres y por otro lado sin salud: ¿qué quieren, matar a los jubilados?. Nos están llevando a un verdadero genocidio de los adultos mayores” me dijo contundente Edgardo Civit Evans, presidente de la Federación de Jubilados de Mendoza.

Edgardo Civit Evans, presidente de la Federación de Jubilados de Mendoza.

 

El titular del Partido de los Jubilados dijo que el sector está “muy mal y solamente a irracionales se les puede ocurrir que una persona puede vivir con 35 mil o 40 mil pesos. Si la canasta básica está en el orden de los 150 mil pesos quiere decir que estamos cobrando la tercera parte de lo que necesitaríamos para vivir más o menos dignamente. Esto indica que la mayoría de los jubilados y pensionados son pobres o indigentes y hemos aportado durante 30 o 40 años durante nuestra vida para llegar a tener como dice la Constitución una jubilación digna y móvil. Acá se están violando derechos humanos. La señora Cristina (por la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner) cobra más de 5 millones de pesos por mes. Y un jubilado 40 mil”.

Bonos para la tribuna y aumentos licuados por la inflación

El haber del jubilado se viene deteriorando desde hace ya varios años pero ese declive es mayor en los momentos de inflación importante y ahora está en caída libre.

Entre abril y octubre, el índice de inflación de la canasta estuvo en 51 por ciento y en lo que va del año, los reajustes jubilatorios fueron del 49 por ciento en el acumulado.

“En diciembre cuando se aplique el último reajuste por la movilidad será de alrededor de un 15 por ciento en el mejor de los casos y puede llegar a un acumulado del 65 por ciento. Pero recordemos que el acumulado por inflación del Banco Central es de 95 por ciento y los gremios están negociando en paritarias por más del 100%. La situación de los jubilados en números es espantosa” agregó Semino

El defensor recordó que cuando el gobierno nacional hizo el anuncio en julio del aumento para septiembre del 15,5 por ciento que había arrojado la fórmula de movilidad jubilatoria y el bono de 7 mil pesos para septiembre, octubre y noviembre, se licuó porque la inflación sólo de los meses de julio y agosto sumó 15 por ciento.

“Vale decir que el supuesto reajuste ya no existía, había desaparecido, se había convertido en neutro. Ahora en plata fueron 200 pesos por día. Y si le agregamos el bono, que es más para la tribuna que está sufriendo la situación, son 230 pesos más por día. Esto en la vida cotidiana, son 430 pesos por día. El jubilado no puede comprar dos yogures. Pero tampoco puede comprar tres paquetes de figuritas que tanto le preocupa al secretario de Comercio, Matías Tombolini”.

“El bono es insultante, es nada” calificó Semino a la ayuda extraordinaria de ANSES.

El combo maldito: pobreza y problemas de salud

Es difícil pensar como puede salir adelante el país cuando el Estado hunde en la pobreza a más del diez por ciento de la población.

Los jubilados llevan décadas mal y están cada vez peor y no hay perspectivas de mejoras. Porque a la pobreza se le suman los problemas de salud propios de la edad.

“Estamos en una situación límite, porque a este cuadro hay que agregarle que no funciona el sistema de salud: ni Pami ni las obras sociales. Para llegar a un diagnóstico y tratamiento la persona va a tener un largo recorrido entre 6 y 8 meses. Tiene que lograr que lo atienda el médico de cabecera, la derivación al especialista, le van dar una lista de 10 médicos, 8 dejaron de atender Pami y el décimo le dará un turno a dos o tres meses” describió el Ómbudsman

Civit Evans afirmó que tanto Pami como OSEP “han decaído a niveles grandes. No hay operaciones de prótesis, para pedir un tratamiento oncológico pasan tres meses, un audífono demora 4 años en llegar. Estamos en que por un lado somos pobres y por otro lado sin salud”.

En septiembre ACLISA (Asociación de Clínicas y Sanatorios de la Provincia de Mendoza) hizo un informe de las condiciones de vida de los adultos mayores.

El documento indica que la mayoría tiene déficits nutricionales y es común que hagan menos comidas y no cubran los aportes necesarios para una buena salud. Esta situación se agravó con la situación económica por lo que dejan de consumir carnes y suman más hidratos de carbono a sus comidas diarias.

El informe señala además que “hay poco consumo de frutas, verduras y por los costos, se saltean una comida y hay muchos que no cenan y consumen solamente un té. Sobre todo les falta carne, huevos y lácteos.”

Teniendo en cuenta que la mayoría de los adultos mayores tiene varias patologías como diabetes, hipertensión, colesterol alto, es crucial una buena alimentación.

Pero por los problemas económicos que tienen y porque muchos viven con otras personas y comen lo mismo que el resto de la familia, se sienten mal si preparan un menú diferenciado para ellos. Y estas situaciones diarias les van minando la salud.

Carlos Córdoba en La Paz con jubilados del departamento. Se reunió con ellos a la noche luego de haber caminado todo el día desde Santa Rosa.

 

A Carlos Córdoba lo conozco hace más de veinte años, por ser colegas y porque compartimos el mismo espacio de trabajo. Hace 18 años que es el conductor del programa Labor de Radio que se emite cada sábado por Radio Nihuil.

Carlos es un periodista comprometido en las problemáticas sociales, básicamente de los laburantes y de los jubilados.

Hace unos meses recibió el llamado de una jubilada de 80 años. La señora contó llorando al aire que en el día 14 de cada mes se le acaba la plata de la jubilación.

“Yo me conmoví tanto, que diga que a los 14 días del mes ya no le alcanza el sueldo y el resto del mes... Sus dos hijos en la medida en que podían la ayudaban para llegar a fin de mes, que comía lo que podía. Me pegó de tal manera que incluso pensé en mi vieja, y pensé en dar otro paso que no sea sencillo” me contó Carlos

Y así fue que el paso que dio es ir caminando a Buenos Aires desde Mendoza para llegar al Congreso con algunos petitorios con demandas de jubilados.

“Lo mío podría haber sido yendo a Buenos Aires en avión o en micro pero se trataba de despertar conciencia en la gente. Quiero conversar con jubilados y jubiladas en cada pueblo en el que me pare”.

El viaje del periodista Córdoba comenzó el lunes 3 de octubre y calcula que le demandará unos 32 días más llegar a Buenos Aires. Partió desde la Legislatura donde si bien no había ningún legislador para despedirlo si se sumó mucha gente y en especial una delegación de San Juan que le acercó petitorios con demandas del sector.

Al Congreso lo acompañará en su cruzada el Defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semino.

Básicamente los petitorios solicitan que los representantes nacionales de las 11 provincias cuyas cajas de jubilación fueron transferidas a ANSES escuchen los reclamos del sector. Lleva reclamos de los docentes jubilados de San Juan, de San Luis y de Salta.

“Si no se logra nada, por lo menos que se note el descontento de la gente y la fuerte injusticia que viven los jubilados”.

Más allá del resultado que obtenga en el Congreso, el objetivo central ya lo cumplió: Carlos visibilizó con creces la precaria y mísera vida que llevan la mayoría de nuestros jubilados y pensionados.

 

 

Fuente: diariouno.com.ar

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