Le implantaron a la mujer un embrión de otra pareja. Se dio un dilema ético, moral, médico y filosófico. Se trata de un caso inédito de fertilización in vitro.
Una mujer que se hizo una técnica de fertilización in vitro para quedar embazada, gestó a su bebé y luego de darlo a luz y que le hagan estudios, se dio cuenta de que no tenían la misma sangre y que era el bebé de otra pareja. Esto ocurrió en una clínica de San Isidro, al norte de la Provincia de Buenos Aires.
La pareja denunció a la clínica por supresión de identidad (del menor, es decir, el embrión) y estafas. Sin embargo, para la Justicia Penal existió un error en el tratamiento médico. Pero llegaron a la conclusión de que no hubo dolo -intención-. Aunque la pareja podría iniciar una causa civil por daños y perjuicios.
Otro problema que surgió a partir de esto es dónde se encuentra el embrión de la mujer que parió al bebé. Es decir, si lo tiene otra familia u otra persona lo está gestando o si quedó en la clínica. Y el otro inconveniente que surgió es quiénes son las personas que dieron sus genes al bebé que nació, es decir, los padres. ¿Podrán reclamar al bebé? Se trata de un caso inédito de fertilización in vitro.
Fuente: telenueve.com.ar