Una nota de Infobae detalla la ambiciosa carrera de Héctor Aníbal Giménez, el predicador que de colmar estadios con 250.000 fieles pasó a la ruina mediática tras un ruidoso divorcio y la escandalosa venta de una falsa cura contra el coronavirus
La figura de Héctor Aníbal Giménez, mejor conocido como el Pastor Giménez, fue en su momento un fenómeno mediático y religioso de proporciones masivas. Su historia, que se extiende por décadas, es un relato de carisma y controversia, y ha sido recientemente analizada en detalle por una publicación de Infobae. El predicador, que pasó de liderar un imperio evangélico a un ostracismo mediático, vio su carrera marcada por escándalos que culminaron con una imputación penal.

El apogeo de un líder mediático y la fundación de un imperio
Nacido en 1957, la vida de Giménez dio un giro radical al pasar de una juventud con antecedentes de delincuencia a una carrera religiosa. En 1982, fundó el ministerio Ondas de Amor y Paz junto a su exesposa, Irma López. Su estilo carismático y las promesas de milagros lo catapultaron a la fama en la década de los 80. Con programas de radio y televisión, el Pastor Giménez logró congregar a un público multitudinario, llegando a llenar estadios emblemáticos como el Luna Park y el de Vélez Sarsfield.
En el pico de su popularidad, llegó a afirmar que su iglesia congregaba a 250.000 fieles, con una red que se expandía por más de 120 templos en Argentina y sedes en otros países. Su figura trascendió el ámbito religioso, codeándose con figuras de la farándula y la política, y se lo consideraba un interlocutor relevante para los sectores populares.
Los escándalos que marcaron su declive
El primer gran golpe a su imagen pública llegó en 1994, con su ruidoso y polémico divorcio de Irma López. El proceso legal se convirtió en un circo mediático, con demandas cruzadas por millones de dólares y una intensa disputa por las propiedades del ministerio. Este escándalo no solo dañó su credibilidad como líder espiritual, sino que también mostró el lado oscuro de su ambición, desatando una erosión de su poder e influencia.
Tras el divorcio, la carrera del pastor nunca volvió a ser la misma. Aunque supo mantener un público fiel, su figura perdió el brillo mediático y se alejó gradualmente de los principales canales de televisión. Sin embargo, lo peor estaba por venir.

El final de la gloria: la controversia del COVID-19 y la situación actual
El punto de inflexión definitivo llegó en marzo de 2020, durante la pandemia de COVID-19. En un acto que generó una fuerte indignación pública, el Pastor Giménez ofreció un supuesto alcohol en gel con "nardo puro" como una supuesta cura contra el virus a cambio de una donación de mil pesos. Este hecho le valió una imputación por violaciones al código penal y le valió críticas incluso desde dentro de la comunidad evangélica.
En la actualidad, la realidad de Héctor Aníbal Giménez está lejos de los estadios colmados. Hoy predica en el subsuelo de un antiguo cine en el barrio de Almagro, con una asistencia muy reducida y sin la exposición mediática de antaño. Sus ingresos provienen de ventas específicas y conferencias pagas, mientras los litigios por su patrimonio con su exesposa continúan, confirmando la historia de un predicador que pasó de la gloria a una decadencia pública marcada por el escándalo y las denuncias.