La popularidad de la realidad aumentada está en la cresta de la ola, tanto en que la inversión global en esta tecnología podría alcanzar los 72.800 millones de dólares en los próximos tres años (frente a los 12.000 millones de dólares de 2020).
Así se desprende de un informe de Snap y Deloitte que da cuenta del auge protagonizado por la realidad aumentada como consecuencia de la pandemia.
Más de la mitad de los consumidores consultados en su informe por Snap y Deloitte admite la crisis del coronavirus les ha hecho poner más en valor que antes las experiencias emanadas de la realidad aumentada.
En esta misma línea casi tres cuartas partes de los consumidores esperan que su uso de la realidad aumentada pegue el estirón en el transcurso de los próximos cinco años.
Además, parece que la creciente disposición del consumidor a hincar el diente a la realidad aumentada ha incrementado también el atractivo de esta tecnología a ojos de las marcas.
No en vano, las marcas que agasajan a sus clientes con experiencias de realidad aumentada disfrutan de tasas de conversión un 94% más elevadas que aquellas que no ponen ojitos a esta tecnología. Y el consumidor está además un 41% más predispuesto a considerar la compra de un producto que se abre paso en una campaña apoyada por la realidad aumentada.
La realidad aumentada ha ganado enteros tanto a ojos de las marcas como de los consumidores
«Durante el último año nuestra comunidad se ha arrojado en los brazos de la realidad aumentada, puesto que ha pasado de ser una tecnología meramente divertida a tener verdadera capacidad de generar resultados», explica Luke Kallis, vp of U.S. Advertiser Solutions de Snap, en declaraciones a AdWeek. «El estudio da cuenta de la fortaleza y la importancia de la realidad aumentada para las marcas y ilustra por qué nuestra audiencia seguirá siendo durante mucho tiempo ‘early adopter’ de esta tecnología», añade.
Más allá en los filtros de Snapchat, los otros tres contextos más importantes en los que el consumidor utiliza la realidad aumentada son el «gaming» (55%), los medios y el entretenimiento (52%) y las compras (41%).
Para el ramo del retail en particular la realidad aumentada ha dado buena cuenta de su utilidad a la hora de facilitar que el consumidor se pruebe virtualmente prendas de ropa (algo extraordinariamente práctico durante el confinamiento).
«Hasta ahora la realidad aumentada era una suerte de juguete para los consumidores y las marcas, pero ahora unos y otras se toman esta tecnología muy en serio porque se traduce en beneficios y utilidades reales«, señala, por su parte, Allan Cook, managing directo de Deloitte Digital.
Además, parece que la popularidad de la realidad aumentada no fenecerá con el fin de la pandemia debido a la gran conveniencia y comodidad que brinda esta tecnología al consumidor.