Se presentó en París la versión definitiva que se venderá en Europa. Se analiza ofrecerlo también en el mercado local.
Renault presentó la nueva generación de su histórico modelo 4. La revelación se dio en el marco de la apertura del Salón del Automóvil de Paris. Se trata de un auto que originalmente tiene una fuerte relación con la clase media argentina y con la industria nacional.
Este nuevo vehículo representa parte la nueva gama de la marca, que entre sus modelos más chicos y accesibles busca honrar a glorias del pasado. Previamente fue el turno del modelo 5 y en un par de años le tocará al Twingo.
Revelado como prototipo hace una par de años, en la edición previa de la muestra francesa, el R4 lleva ahora la denominación E-Tech lo que indica su condición de vehículo 100% eléctrico.
Recordemos que en la Argentina la marca francesa hoy tiene tres ejemplares que pertenecen a esa familia de vehículos: Kwid, Megane y Kangoo. Si bien no se ha confirmado, Clarín pudo saber que se estudia la posibilidad de llevar esta nueva generación al mercado local.
Por el momento, se trata de la presentación que más expectativa generaba en el Salón de París, debido también a la fuerte relación que tiene este modelo con la sociedad francesa.
El nuevo modelo de Renault aparece como un poco más grande que el 5, el otro modelo chico y eléctrico que la marca vende en Europa. Por debajo de ambos se ubicará la nueva generación del Twingo, que deberá aparecer en 2026.
Las formas originales del R4 fueron reinterpretadas y le dieron la posibilidad a los diseñadores de la marca de darle un aspecto aventurero, cercano al de un SUV compacto.
Con más de 4,1 metros de largo, el nuevo modelo de Renault sorprende por una buena distancia entre ejes de más de 2,6 metros, lo que le permite ofrecer una buena habitabilidad interior y un amplio espacio de carga: 420 litros. Son estos dos aspectos los que lo diferencian en grande respecto del R5, más allá de los estilos.
Habrá inicialmente dos niveles de potencia, de 120 y de 150 caballos. A pesar de su aspecto aventurero, todas serán, al menos por ahora, de tracción delantera.
La diferencia también está en la batería, ya que habrá opciones de 40 kWh (para la versión menos potente) y de 52 kWh, entregando niveles de autonomía de 300 y 400 kilómetros respectivamente.
Una historia con la clase media
El Renault 4 original fue presentado por la marca francesa en el Salón del Automóvil de París de 1961, Y desde que apareció resultó un éxito en todo el mundo.
La Renoleta no fue un modelo más. Fue el primer auto de la marca francesa con tracción delantera y uno de los encargados de cambiar el paradigma estético de la industria, ya que fue uno de los primeros vehículos con carrocería de cuatro puertas y portón trasero. Se podría decir que fue el primer hatchback.
Fue un vehículo económico, rendidor y con el espacio necesario para que una familia promedio pudiera salir de viaje con equipaje y todo.
Estas características le permitieron ser un éxito en todo el mundo. Durante sus 32 años de producción se vendieron 8.135.424 unidades, y tuvo presencia en más de 100 países; entre ellos la Argentina, en donde se fabricó entre 1963 y 1987.
El Renault 4 fue el segundo modelo del rombo producido en la planta cordobesa de Santa Isabel, después del Dauphine-Gordini. Además de la versión para pasajeros, su gama supo contar con versiones furgón y hasta con una pickup.
El 4L contaba con un motor Ventoux de cuatro cilindros y una cilindrada de 845 cm3 que erogaba una potencia de 33,5 caballos de fuerza y estaba asociado a una caja de tres velocidades (luego se incorporaría la de 4 marchas) con la selectora ubicada en el medio de la plancha de a bordo.
En 1964 se presentó la versión de trabajo, que podía transportar en el sector trasero de hasta 460 kilos de carga, una capacidad sorprendente teniendo en cuenta que su peso total era de 694 kilos.
Un particularidad del modelo es que durante toda su vida, el Renault 4 mantuvo el diseño que le dio tan buenos resultados. Para mantenerse vigente sólo fue actualizado con algunos retoque estéticos no muy profundos.