Fue acusado de generar más focos en medio de la catástrofe ecológica y ambiental. Ahora grabó otro video para explicar que aplicó una técnica de contrafuego para evitar el avance del incendio original.
Luego de la polémica e indignación que se desató en las redes sociales por la viralización de un video donde se veía a un joven prendiendo fuego un bosque en Corrientes en medio de la catástrofe ecológica y ambiental que vive la provincia, el autor del hecho dio la cara y salió a explicar los motivos de su accionar.
“Miren el desastre que hago”, había admitido el trabajador rural en una primera filmación mientras mostraba cómo las llamas iban consumiendo el pasto.
Inmediatamente, los internautas lo apuntaron como uno de los responsables directos de los incendios en la provincia y emprendieron una cruzada en las redes para intentar dar con su paradero.
Aunque algunos de los usuarios habían salido en su defensa, al deslizar que podría tratarse de una técnica de contrafuego para combatir las llamas, la mayoría repudió su conducta en momentos donde todo el país está movilizado para revertir la situación.
La llamada técnica del contrafuego es utilizada para quemar vegetación en zonas más amplias y creando un fuego que logre avanzar contra el incendio, quemando el combustible en la trayectoria que, por su comportamiento, lleva el incendio. Cuando los dos fuegos se encuentran el incendio se extingue por carencia de vegetación combustible.
Pero lo concreto es que esa acción tiene que ser llevada adelante por personal idóneo y experimentado y el joven en cuestión se encontraba solo y ni siquiera tenía puesto los guantes ni el equipo de seguridad que se utiliza para estos casos.
Una vez que la noticia trascendió a nivel nacional, fue el mismo joven quien decidió grabar otro video para explicar que no es ningún pirómano y que seguía órdenes de los dueños de esos campos.
“Todo acá, lo que se ve, saltó el fuego del otro lado del campo vecino. Se habrán quemado fácilmente 15 hectáreas, todo para allá….”, arranca diciendo el correntino en un video que grabó a modo selfie mientras mostraba el bosque antes de ser incinerado.
“Mis jefes me dieron la orden de hacer un contrafuego para salvar esa plantación de eucaliptos. Ahí quemé todo ese borde y así logramos apagar el fuego”, explicó para contrarrestar todas las críticas que se habían desatado.
“Ahora me voy yendo a trabajar con mi tractorcito. Todo eso se quemó, dios mio. Ojalá que llueva, chau”, concluyó con un tono esperanzador para dar a entender que él también está del lado de los voluntarios que le ponen el cuerpo al incendio para que finalice cuanto antes.
Si bien la cantidad de agua caída el fin de semana fue muy poca, se espera que en los próximos días las precipitaciones se den con milimetrajes más importantes, en medio de la sequía y las altas temperaturas que registra la provincia.
Por lo pronto, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipa precipitaciones en la zona del Litoral para este lunes 21 de febrero e indica que que podrían extenderse durante toda la semana. Según señaló el organismo, la llegada de chaparrones sofocarían las llamas y provocarían un descenso de la temperatura en l os próximos días.
Hasta el momento son 11 las provincias que colaboran con Corrientes para frenar las llamas y está previsto que Tucumán concrete en los próximos días la ayuda anunciada.
A los más de 600 socorristas argentinos, entre bomberos voluntarios y brigadistas capacitados en incendios forestales, también se sumaron 100 efectivos de las Fuerzas Armadas y del Ejército Argentino, personal del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (Snmf) y 1.500 bomberos voluntarios y policías locales, según detalló la Dirección de Defensa Civil.
Además, Corrientes sigue recibiendo colaboración de otros países, como Brasil, para tratar de controlar los 17 focos que continúan activos. A su vez, Bolivia se comprometió a enviar refuerzos y el propio gobernador, Gustavo Valdéz, solicitó la ayuda a Estados Unidos para frenar el avance del fuego.
A la par, se tendieron docenas de redes solidarias, tanto para ayudar a las organizaciones de bomberos voluntarios como para proteger a la fauna autóctona, que se ve amenazada en su hábitat. El espíritu de colaboración a nivel nacional es total y son muchos los que participan de las colectas organizadas por diferentes empresas y ONGs.