Cuando los jóvenes me veían recoger la bolsa con las pelotas para llevarla a su lugar, decían: '¿pero quién te dice que hagas eso?' En ese momento pensaba: '¿tienes 20 años y no puedes ayudar a un trabajador de 60?' Se preocupan más por si sus botines coincidían con el color de las calcetas.
"Le dije basta al fútbol porque no me reconocía más. Hoy los jóvenes piensan en otra cosa. Cuando era niño, pensaba solo en entrenar para poder ser alguien en el deporte que siempre amé. En la Lazio y en la selección, después de cada entrenamiento, me metía en una bañera llena de hielo para evitar lesiones. Los jóvenes del equipo, por el contrario, se negaban de manera sistemática.
Cuando me veían recoger la bolsa con las pelotas para llevarla a su lugar, decían: '¿pero quién te dice que hagas eso?' En ese momento pensaba: '¿tienes 20 años y no puedes ayudar a un trabajador de 60?' Se preocupan más por si sus botines coincidían con el color de las calcetas. Vi estas cosas y decidí seguir solo. Es por eso que dije basta.
El fútbol donde crecí terminó. Hoy hay otras cosas.
Los jóvenes de ahora piensan en primer lugar en los autos, sobre lo que el patrocinador les da y en las botas con sus nombres. Solo después de estas cosas viene el juego. Para ellos ahora la imagen es más importante. Es por eso que dije basta, porque para mí lo único que importaba era el fútbol en su forma más pura"