Con goles de Cody Gakpo y Davy Klaassen, superó por 2-0 al equipo africano y alcanzó en el Grupo A la línea de Ecuador, vencedor de Qatar en el partido inaugural.
Le costó a Países Bajos. Senegal, aún sin su estrella Sadio Mané, uno de los tantos protagonistas que se quedaron afuera de la Copa del Mundo por una lesión, le complicó la vida, sobre todo en el primer tiempo.
Hasta que el equipo de Van Gaal destrabó el resultado con el cabezado goleador de Cody Gakpo a seis minutos del final. Y se acabó la historia.
O no. Todavía hubo tiempo para un gol más, el que marcó Klaassen para sellar el 2-0.
Tras un pase de Frankie De Jong, Gakpo, el desequlibrante delantero del PSV Eindhoven que está en el radar del Real Madrid, estampó el 1-0 con un cabezazo alto, inatajable para el arquero Edouard Mendy.
La derrota fue un golpe duro para Senegal, que había ofrecido resistencia a partir de su despliegue físico. Pero está claro que sin Sadio Mané le falta mucho talento y desequilibrio.
El segundo, el de Davy Klaassen, llegó en el último instante a través de una contra letal.
De este modo recién sobre el final del partido las 40 mil almas que tapizaron el estadio Al Thumama se encontraron con el espectáculo inigualable del gol.
Aquella media docena de tantos que había marcado Inglaterra más temprano ante Irán habían despertado ilusiones también aquí, pero claro, la pulseada entre Países Bajos y Senegal fue, como se esperaba, mucho más equilibrada que aquella que protagonizaron ingleses e iraníes.
Este escenario en el que venció Países Bajos está inspirado en el «gahfiya», un tocado tejido que forma parte de la vestimenta tradicional de la región. Su arquitectura le rinde homenaje a la cultura, a la historia y al simbolismo qatarí.
Ubicado a 12 kilómetros al sur de Doha, este estadio que cobijó el debut de Países Bajos y Senegal, albergará cinco encuentros más de la primera ronda, uno de octavos y otro correspondiente a los cuartos de final.