Lo convirtió de penal su estrella Gareth Bale para el 1-1 con Estados Unidos, que se había puesto en ventaja por medio de Timothy Weah, hijo del legendario liberiano George Weah.
Fue tanto Gales que al final tuvo su premio. Buscó, insistió, y llegó al empate a través de un penal convertido por su estrella, Gareth Bale.
Al propio Bale le habían cometido la infracción y con un disparo certero, contra el poste izquierdo del arquero Matt Turner, cambió el penal por gol para establecer el 1-1 que quedaría atornillado hasta el final.
De esta manera Gales celebró un gol en Copa del Mundo después de 64 años.
Gales está viviendo su segundo Mundial después de haber participado en Suecia 58, cuando disputó 5 partidos, de los cuales ganó uno, empató tres y perdió el restante.
Su último gol había sido el 17 de junio del 58, cuando venció 2-1 a Hungría. Su último partido, el 21 de junio de aquel año cuando perdió por los cuartos de final 1-0 ante Brasil, que saldría campeón.
El encuentro había arrancado con una sonrisa para los Estados Unidos por el gol convertido en el primer tiempo por Timothy Weah, el hijo del histórico goleador liberiano.
En esa primera parte Estados Unidos no sufrió mayores sobresaltos y Gales debió recetear su sistema: dejó atrás el 3-5-2 para ir en búsqueda del empate. Sin abandonar la superpoblación del mediocampo, el técnico Rob Page encadenó modificaciones que le cambiaron el semblante a su equipo. Y Gales fue. Y empató. Y hasta pudo aumentar en los minutos finales que fueron golpe a golpe.
El estadio Ahmad Bin Ali, ubicado en la ciudad de Al Rayyan, vibró con ese eléctrico final.
Edificado sobre los cimientos de un antiguo escenario futbolero, tiene capacidad para 40 mil personas.
Con un centro comercial incluido, el 90 por ciento de los materiales con los que fue construido es reciclado. El tren lo comunica con el corazón de Doha. En el primer duelo disputado en el Ahmad Bin Ali, a las puertas del desierto qatarí, Estados Unidos quedaron a mano.