Cuando disparó a centímetros de la cara de la vicepresidenta Cristina Kirchner y la bala no salió, manipuló la corredera de la pistola para empujarla hacia atrás, colocar una bala en la recámara y volver a disparar.
Fernando Sabag Montiel intentó recargar el arma tras fallar el disparo. Cuando disparó a centímetros de la cara de la vicepresidenta Cristina Kirchner y la bala no salió, manipuló la corredera de la pistola para empujarla hacia atrás, colocar una bala en la recámara y volver a disparar. Esta novedad en la causa complica la situación procesal de Montiel ya que daría indicios de su conocimiento en la manipulación del arma.
Sin embargo, no logró completar la maniobra, ya que los propios manifestantes lo vieron con un arma apuntando a Cristina Fernández de Kirchner, lo empujaron, la pistola se cayó al piso y él huyó corriendo. La información fue confirmada por un militante que estaba presente en el lugar en declaración con la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA). Según agregó, la policía no se percató de que había intentado matar a la vicepresidenta.
Este testimonio pude ser muy importante para la acusación para rebatir una posible estrategia de defensa de Sabag Montiel: alegar que no puede ser condenado por intentar un delito que no llegó a concretarse. Técnicamente, en la doctrina jurídica se llama “tentativa inidónea”, es decir que por más que el asesino apretara el gatillo, muchas veces, sin una bala en la recámara, la bala nunca habría sido disparada.
Este militante que hizo esta declaración se presentó ante la Policía de Seguridad Aeroportuaria y contó que escuchó claramente primero el click del arma de Sabag Montiel y que luego lo vio manipulándola, como si tratara de corregir su error.