Un ciudadano paraguayo fue detenido en la Triple Frontera cuando intentaba salir del país con el combustible sin declararlo.
Inspectores de la Dirección General de Aduanas evitaron el contrabando de más de 300 litros de combustible que pretendía realizar una persona oriunda de Paraguay en botellas de gaseosas, aceite y bidones plásticos que llevaba en su auto.
El hecho fue descubierto cuando el hombre pretendía subir su vehículo a una balsa en el puerto fluvial Iguazú, desde donde intentaba cruzar a la localidad fronteriza de Presidente Franco.
Los agentes especializados de la Aduana comenzaron la inspección del rodado y le preguntaron al ciudadano paraguayo si había comprado algo en la Argentina, a lo que respondió: "Estoy volviendo a mi país sin haber comprado nada, no hice ninguna compra".
La respuesta del hombre dejó algunas dudas a los inspectores aduaneros que continuaron con la fiscalización del vehículo antes de autorizar el acceso a la balsa. Cuando controlaron el interior del rodado se sorprendieron al encontrar botellas de gaseosas, bidones plásticos y envases de aceite llenos de nafta, con un valor estimado en un millón de pesos.
Tras el hallazgo los agentes incautaron toda la mercadería del vehículo, en total 313 litros de combustible, precisó la Aduana en un comunicado.
Desde de la dependencia oficial precisaron que este tipo de maniobra representa "una violación al régimen de equipaje del Código Aduanero" e implica además, un enorme riesgo ya que transportar combustible en esas condiciones puede ser sumamente peligroso por el riesgo de explosiones.
Miles de euros en la cintura
Agentes especializados de la Dirección General de Aduanas que cumplían funciones en la provincia de Mendoza descubrieron a mediados de mayo a dos ciudadanos chilenos que quisieron ingresar ilegalmente 200 mil euros a la Argentina a través del paso fronterizo Cristo Redentor.
Los llevaban escondidos en la cintura y fueron detectados por un control de rutina. Todo terminó en una denuncia penal por contrabando de divisas.
La Aduana llevó adelante una investigación para dilucidar el origen y destino del dinero. En ese marco, constató que uno de los hombre había realizado exportaciones de productos primarios sin liquidar las correspondientes divisas en Argentina.
Por eso, los investigadores presumen que los 200 mil euros secuestrados no sólo provenían de las exportaciones ilícitas en cuestión, sino que eran parte de un nuevo intento de repetir la maniobra.
Las acciones, informaron, se ajustan a un perfil de riesgo que la Aduana viene elaborando con relación a las exportaciones de productos primarios, entre los cuales se destaca el ajo.
Son operadores que adquieren la mercadería en efectivo en grandes cantidades en el mercado informal y la exportan mediante empresas cáscara, sumamente informales y sin una capacidad acorde al volumen exportado.
Luego, con la mercadería ya colocada en el exterior, evaden la liquidación de divisas en Argentina. Numerosas maniobras de este tipo fueron denunciadas por el organismo.
fuente: clarin.com