Durante la protesta, la cúpula libertaria se mostró despreocupada y, por lo bajo, la comparó despectivamente con las marchas universitarias. Pero, al mismo tiempo, desplegó un operativo discursivo para contrarrestar el efecto político de la protesta
La cúpula del Gobierno se mantuvo en silencio y en alerta durante la manifestación que empezó convocada por la comunidad LGTBQ+ contra los dichos de Javier Milei en Davos y viró en una masiva protesta contra la Casa Rosada, a la que se plegaron actores partidarios opositores. Sin embargo, en las redes sociales, la tropa de militantes digitales que responde a Santiago Caputo salió a contraatacar con distintas líneas discursivas y una consigna principal: “Milei tenía razón”.
En la Casa Rosada nadie admitía un gramo de inquietud. Al contrario, se mostraban prescindentes y aseguraban, con tono calmo, que no se sentían ni preocupados ni perjudicados. “Esto es igual que la marcha del micromundo de las universidades, sólo le importa al mínimo porcentaje de progres que viven en la ciudad y tienen la vida resuelta”, dijeron muy cerca del Presidente, en referencia a las dos movilizaciones por el presupuesto para la educación superior de 2024, tras las cuales, efectivamente, no empeoró la imagen de Milei, al menos según las encuestas.
De hecho, Karina Milei decidió sostener la actividad de afiliación que tenía prevista para hoy en Villa Devoto, unos kilómetros al norte de la Marcha Federal del Orgullo Antifascista que se desplazó desde el Congreso a la Casa Rosada. Y el propio Milei, que jamás se interesa por temas municipales, replicó, al tiempo que arrancaba la marcha, el llamado a asistir al encuentro de la referente porteña de LLA, Pilar Ramírez, con una foto de la cara de su hermana. “Vengan que acá sigue El Jefe! Afiliate!”, dijo, por su parte, la diputada y amiga de Milei, Lilia Lemoine, en un tuit al que adjuntó un video que la mostraba de buen humor bajo el sol en la plaza principal del barrio de la Comuna 11 donde se crió “el Jefe”.
Más allá de los intentos por desestimar el impacto y mostrarse impasibles, los libertarios desplegaron una estrategia discursiva para contarrrestar el efecto de la manifesación, con lineas que fueron adaptándose progresivamente a lo largo de los últimos días y durante la jornada de la marcha.
Primero apostaron por defender el sentido del discurso de Milei: dijeron que, en realidad, no había homologado la pedofilia con la homosexualidad, sino que había denunciado el uso de la causa de la diversidad para obtener dinero del Estado. Y acusaron a la oposición de tergiversar su mensaje. Y desde ayer avanzaron con las comparaciones entre los motivos de la protesta -que minimizaron por su sentido simbólico- con la inseguridad en la provincia de Buenos Aires -que ensalzaron por su impronta más tangible-.
Utilizaron, a los fines de relativizar el reclamo por los ataques a la diversidad sexual, la reciente noticia del asesinato de un repartidor de un distrito peronista, Moreno; y luego, de que la policía bonaerense que responde a Axel Kicillof había golpeado a otro “delivery” que protestaba contra este tipo de violencia en la Provincia. Para asegurarse de enfocar la atención en este caso, el Presidente incluso dijo que lo condecoraría.
Aunque los funcionarios de lo alto se mantuvieron en total silencio, sí salieron a marcar posición funcionarios segundas líneas, como el subsecretario de Comunicación, Javier Lanari, cuyos tuits son habitualmente replicados por el jefe de Estado. Usó la línea del uso político: ”Confirmado. La CGT se quedó sin el curro de las obras sociales. Así lo hacen saber en la marcha “anti-fascista” contra el Gobierno. El fin de la casta sindical", dijo hoy.
En otros muchos casos, en lugar de recular, los militantes violetas insistieron con el planteo del Presidente: “Milei tenía razón”, decían. “Pedófilos vestidos de bebés. Munipas mandados por obligación. Empleados públicos llorando despidos. Degenerados en bolas frente a niños. Y niños arrastrados a una marcha política por padres irresponsables que por poco los dejan morir de calor”, decía un tuit que republicó Daniel Parisini, alias “El Gordo Dan”, miembro de la mesa chica de comunicación de Santiago Caputo.
En la misma línea, se ocuparon de replicar profusamente las declaraciones que hizo hoy Ramón Dupuy, el abuelo de Lucio Dupuy (el nene asesinado hace dos años por su madre y su pareja, ambas lesbianas), quien dijo: “Cuando lo asesinaron estas asesinas, ningún colectivo feminista marchó por Lucio Dupuy”.
También en redes, los líderes de opinión de LLA tildaron la marcha de “política”, para acusarla de partidaria. Festejaron por lo bajo -y buscaron resaltar todo lo posible- la incorporación de la CGT y la CTA, y la presencia entre las columnas de manifestantes del microcentro de referentes del kirchnerismo como Máximo Kirchner y Axel Kicillof, que no tardaron en sumarse a la movilización para capitalizar el reclamo.
Hoy se conoció, con el aval de la Presidencia, que Milei brindará una entrevista el lunes, donde seguramente hablará por primera vez, en primera persona, con su voz y sin intermediarios, de un tema que, a pesar de los intentos de minimizarlo, para el Gobierno resultará ineludible.