Antes pagaban 3,36 pesos por cada dólar exportado y desde 2021 será un cargo fijo de 4,5%. Además, el impuesto ya no tiene fecha de vencimiento y puede seguir sin necesidad de prórroga. Sorpresa en las automotrices, a quienes un día antes había elogiado el ministro Kulfas.
El Gobierno dispuso un cambio en la forma de calcular las retenciones a las exportaciones de vehículos, con un cargo que pasó a ser porcentual en vez de una suma fija, tal como regía desde mediados de 2018. Como parte del Decreto 1060 que define las retenciones de una serie de bienes industriales, el Poder Ejecutivo dispuso que a partir de 2021 las automotrices paguen un 4,5% de recargo por el valor FOB de cada vehículo que exportan.
Hasta ahora, ese impuesto era de 3,36 pesos por cada dólar exportado, una cifra que se iba licuando a medida que el peso se devalúa contra el dólar oficial. Con esta nueva forma de calcular el impuesto, el Fisco se asegura que el tributo quede a resguardo de futuras devaluaciones.
La nueva norma, publicada cuando en las automotrices ya todos estaban de asueto, causó sorpresa dentro de las empresas, que apenas dos días antes habían tenido un encuentro con el ministro de Producción, Matías Kulfas, quien había ponderado la mesa de diálogo del sector y pulido un proyecto de ley que propone declarar "sector estratégico" a la industria automotriz. Uno de los propósitos de ese proyecto, precisamente, es otorgar estabilidad fiscal a las futuras inversiones que vayan a radicar las terminales automotrices y las empresas autopartistas.
En ese contexto, el nuevo decreto tomó por sorpresa a los ejecutivos del sector. "Los 3,36 pesos por cada dolar exportado se van licuando en el tiempo y a medida que el peso pierde valor representan menos valor en la exportaciones", dijeron en una de las empresas que más incrementaron en 2020 sus exportaciones en relación a años anteriores. "Ahora, al tener un porcentaje fijo, esas mismas retenciones mantendrán un valor constante en el tiempo".
Las retenciones a las exportaciones de vehículos es un impuesto cuya eliminación es reclamada por las empresas del sector desde hace muchos años, con el argumento de que incrementa el "costo argentino" de las exportaciones y ahuyenta inversiones: la peor competencia que tiene una automotriz local no es contra otra marca, sino contra la misma terminal de su propia marca en otro país, la cual le disputa la radicación de nuevas inversiones.
Durante el gobierno de Macri, las retenciones fueron eliminadas en una primera etapa, pero cuando el la cotización del dólar se disparó a fines de abril de 2018 (pasó de 20 a 40 pesos en pocas semanas) una de las respuestas de ese gobierno fue reinstalar las retenciones. La diferencia fue la manera de cobrarlas, con un cargo fijo de pesos por dólar exportado.
El gobierno de Alberto Fernández mantuvo el diciembre del año pasado el mismo esquema, incluida la fecha de vigencia del impuesto, que era de un año. Pero a mediados de 2020 el ministerio de Desarrollo Productivo incluyó una modificación que fue elogiada desde las empresas: eliminó a cero las retenciones "incrementales" a mercados por afuera del Mercosur, lo cual fue interpretado como una señal para romper la "Brasil dependencia" que caracteriza a las exportaciones de vehículos argentinos. A los pocos meses, además, la Cancillería acordó un esquema de "contenido regional" con Chile que facilita la exportación de vehículos argentinos a ese destino.
En forma paralela, desde el ministerio de Desarrollo Productivo avanzaron en una "mesa de diálogo" con las automotrices agrupadas en ADEFA, las autopartistas (AFAC) y las empresas metalúrgicas (ADIMRA) para redactar un proyecto de ley para declarar "sector estratégico" a la industria automotriz y su cadena de valor. El principal impulsor de ese acuerdo fue el Sindicato de Mecánicos (SMATA), donde están encuadrados los operarios de todas las automotrices, con excepción de Peugeot Citroen, cuyos operarios están afiliados a la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el otro gremio que también participa de la mesa.
El proyecto estaba en los departamentos de legales de las automotrices hasta última hora del miércoles. En las empresas se habían comprometido a tener todo listo la semana próxima para que el Poder Ejecutivo pueda enviar el proyecto a las sesiones extraordinarias del Congreso.
"Todo ha sido puesto sobre la mesa y creo que esto se convierte en un modelo a seguir para la Argentina: Gobiernos, sindicatos y las empresas del sector del área productiva conversando de manera armónica para así llegar a consensos. Tenemos que realizar esto en cada sector”, dijo Kulfas el martes. Dentro de las empresas, asegura, las nuevas formas de cobrar las retenciones, de manera fija y sin posibilidad de que se sigan licuando en el tiempo, no fueron mencionadas.