“Están revolucionando la manera de inversión para ayudar a los argentinos escapar de la inflación. Desde ya puedes simular tu inversión en pesos, dólares o criptomonedas y obtener una ganancia. Escribanles a CoinX de parte mía así los asesoran con lo mejor”.
Casi 1.3 millones de personas siguen al economista liberal Javier Milei en su cuenta de Instagram. Para una camada de jovenes ─y no tanto─, el diputado se volvió una referencia para ponerle una explicación a la complicada y siempre traicionera economía nacional.
El pasado 18 de diciembre, Milei publicó en sus redes un posteo recomendando a CoinX, una financiera digital que ofrecía retornos en dólares y operaciones en criptomonedas. Muchos de esos seguidores le hicieron caso. Varios perdieron el dinero.
Es que se encontraron con una empresa que aseguraba poder ofrecer rendimientos en dólares de hasta un 8 por ciento mensual. Un presunto “esquema ponzi”, que dejó de pagar a los ahorristas en marzo de este año. Por eso ahora le piden al diputado que se haga cargo de sus palabras y sus recomendaciones. Lo denuncian como “responsable solidario”.
Esa fue la estrategia que tomaron una veintena de inversores, que pusieron sus ahorros en activos de CoinX. Son montos que van desde los 1000 hasta 10 mil dólares. La denuncia es impulsada por el abogado Juan Pablo Chiesa, que viene trabajando en casos relacionados con otras estafas con criptomonedas, tales como Generación Zoe o Vayo Coin. Dice que las deudas rondan entre los 30 y los 40 millones de pesos.
En todos los casos el esquema es similar: retornos en dólares mensuales por arriba de la media, basados en supuestos algoritmos de trading que operan (y le ganan) al vertiginoso mercado de las cripto. Una salvación financiera casi esotérica, en un contexto donde la inflación apura y se come cualquier peso que se queda quieto.
Qué es CoinX
Con una fuerte campaña de marketing, colores estridentes y posteos en Instagram con frases de Steve Jobs o el inversor Warren Buffet, la cuenta de CoinX tiene cerca de 500 mil seguidores. Desde allí invitaban a invertir en una empresa que podía ganarle a la inflación. “Wall Street con tecnología de vanguardia, inteligencia artificial, bots y un equipo de expertos traders”, afirmaban en sus publicaciones.
Incluso se promocionaban con un simpático spot en Youtube, donde un simil médico recomendaba invertir en un plazo fijo de criptomonedas para evitar la ‘inflacionitis’.
Allí ofrecen dos tipos de planes, dependiendo el monto. Uno a partir de los 500 dólares, con pago mensual de intereses y a 6 meses. Y otro Premium, a partir de los US$ 1000 . Respecto a los activos en que invierte, CoinX afirma que los rendimientos están basado en una “diversificación” entre más de 5000 activos en Wall Street. Una definición vaga, considerando que los Fondos Comunes de Inversión que operan a través de bancos están obligados a indicar qué activos componen su cartera.
Pero lo más sospechoso es el simulador de inversiones, que ofrece una rentabilidad en dólares de entre 5 y 8 por ciento mensual, dependiendo el monto. Quien pone US$ 1000 USD conseguirá unos US$ 80 en 30 días. Incluso ocurre una curiosidad: si el ahorrista pone esa misma cantidad pero en pesos (320 mil al cambio blue), la rentabilidad también será de un 8 por ciento mensual.
Ante esta situación, el pasado 8 de junio la Comisión Nacional de Valores publicó una resolución (508/2022) en la que intimaba a CoinX y, CoinX World al cese inmediato de toda invitación a invertir en valores negociables por no contar con la debida autorización para ello. También apuntan contra Juan Manuel Malaspina, presunto director de Inversiones de la empresa.
Pero para esa altura, CoinX ya llevaba varios meses operando. Según sus redes sociales, el primer posteo en Instagram tuvo lugar el 14 de diciembre de 2021. Cuatro días después, recibieron la visita de Milei en sus oficinas.
El posteo de la polémica
El posteo aparece en el Instagram de Milei. Allí se lo ve entrando a las oficinas de CoinX, donde llega tarareando “Yo soy el Leon”, fragmento de un clásico tema de La Renga del que se apropió para sus presentaciones masivas. La escena tiene a unos diez varones de camisa, aplaudiendo en una oficina moderna y luminosa, aunque algo pequeña para la cascada que la decora: una pared de agua, cayendo sobre el logo de la nueva firma, una X plateada que viene a “revolucionar” el mercado cripto.
En su texto, Milei dice lo siguiente: “Tuve el placer de conocer las oficinas de @coinx.world y su equipo. Estan revolucionado la manera de inversión para ayudar a los argentinos escapar de la inflación. Desde ya puedes simular tu inversión en pesos, dólares o criptomonedas y obtener una ganancia.Escribanles @coinx.world de parte mía así los asesoran con lo mejor!”
Si se trata de una publicidad no tradicional en redes sociales, en ningún lugar lo especifica. Para Chiesa, este punto es clave. “Milei, para no ser responsable solidario tiene que mostrarme un contrato de publicidad. Si él lo tiene y dice que se limita, a mi me bloquea. Pero eso no existe”, explica a Clarín.
El entrecruce se enmarca dentro de un debate mucho más grande y tiene el ojo puesto en la opaca relación entre los influencers de redes sociales y los productos que recomiendan a sus seguidores. Especialmente cuando se trata de recomendar productos que no usan normalmente. Como, por ejemplo, servicios financieros.
Otro esquema similar voló por los aires hace unos meses, cuando la empresa VayoCoin inició una agresiva campaña en redes de la mano de varias personalidades del espectáculo: Wanda Nara, L-Gante o Cande Tinelli fueron algunos de los famosos que la recomendaron.
En el caso de Milei es particular, ya que el economista sí es una referencia del tema que promociona. Según agrega el abogado, muchos de los clientes que lo contactaron efectivamente invirtieron su dinero en CoinX atraídos por el espaldarazo del León. “Si un tipo de ese calibre me aconseja, la pongo”, afirmaban los demandantes.
Por eso enviaron dos cartas documento al legislador (una a su despacho y otra a su domicilio), pidiéndole que se haga responsable.
Según afirma Chiesa, Milei las recibió y tuvo un fuerte entredicho con el diputado. Clarín intentó verificar la versión con fuentes cercanas al economista, pero no recibió respuesta.
La caída
El 19 de enero de este año, casi un mes después de la visita de Milei, CoinX debió salir en un comunicado en sus redes sociales defendiéndose de las acusaciones que la señalaban como un presunto esquema ponzi ─es decir, que paga dividendos con los ingresos de otros ahorristas─. Eran las semanas en las que empezaba a caer Generación Zoe, y otros esquemas similares comenzaban a quedar en la mira.
En su posteo, CoinX afirmó que la reunión con Milei había sido para asesorarse en tema de comunicación. También aseguraban que las inversiones estaban respaldadas por la legislación de El Salvador, donde la firma tiene su sede central. Es el país donde está floreciendo la industria Bitcoin.
“Nuestra sociedad se encuentra inscripta ante AFIP y estamos en proceso de su inscripción ante la Comisión Nacional de Valores (CNV) y demás entes autárquicos”, decían. La CNV luego los desmentiría. Legalmente, CoinX figura registrada como una empresa llamada ‘Proyectos RRS sociedad anónima’. Malaspina allí no figura.
En marzo, según la denuncia de los ahorristas, dejaron de pagar. El 7 de junio aseguraban en sus redes sociales que dejarían de tomar inversiones.
Ante la explosiva denuncia, Milei salió a despegarse de la empresa en una entrevista con LN+. Allí afirmo que “no estafaron a nadie”.
“Me llamaron para dar una opinión sobre el negocio y puedo explicar claramente lo que vi: ellos tomaban dinero y luego compraban bonos. Era el mismo negocio que hacia un banco. Pero como no tenés regulada la tasa de interés por el Banco Central, entonces podían pagar más. Y además eso lo complementaban teniendo granjas de Bitcoins”, sostuvo el economista.
Según explicó, el negocio cerró por la caída de la cotización del bitcoin “Cuando vimos la estructura les sugerimos modificaciones. Como después no lo quisieron hacer, nosotros nos retiramos” se despegó Milei. Sin embargo, según sostiene el periodista Sebastián Davidovsky en sus redes sociales (uno de los primeros en seguir el tema), CoinX no trabajaba en el minado de cripto.
En ese momento, quien también aprovechó para cruzarlo fue el abogado y analista financiero Carlos Maslatón, recientemente desligado de La Libertad Avanza. “Estimado Milei, ayer hablaste de tu promoción de CoinX en LN+. Describiste qué es lo que hacían. Pues bien, eso es un esquema Ponzi, es un fraude financiero”, le tiró.
De acuerdo a la presentación, deberán resolver la situación de los damnificados para el próximo 7 de septiembre. Clarín intentó contactase con la empresa CoinX a través del WhatsApp que tienen en sus sitio web, pero no hubo respuesta. También con el equipo de Javier Milei.
El diputado, de gran recorrido en medios explicando a los gritos nociones de economía, deberá dar explicaciones pero sobre otros números que no cierran. Los de una revolución financiera que no fue tal.