Con su otro bebé en brazos, la diputada Camila Crescimbeni defendió el proyecto de ley de asistencia médica para madres frente a casos de muerte perinatal.
La diputada Camila Crescimbeni volvió este jueves al recinto para apoyar la Ley Johana. Se trata de la legisladora del PRO que semanas atrás había recibido una ovación por su presencia durante la discusión del Presupuesto 2023, apenas un mes después de la pérdida de uno de sus hijos gemelos.
Con lágrimas en los ojos y con el otro en sus brazos, Crescimbeni habló de su historia personal durante el debate por la iniciativa que promueve los procedimientos para atender a mujeres y personas gestantes frente a la muerte perinatal.
Fue en ese marco que la diputada admitió que “lo último que quisiera es estar hablando de este proyecto” ya que “la vida quiso que me tocara perder al hermano de Rufino de un embarazo que venía muy bien”.
A continuación recordó la trágica mañana en que los médicos le informaron que su otro hijo, Silvestre, ya no tenía más latidos. “Esa es la frase más terrible que le pueden decir a toda madre que gesta”, señaló.
“Espero que con este proyecto podamos ayudar a cientos de familias a sanar y que podamos visibilizar y hablar de estos temas (...) cuando la muerte se vuelve parte de la vida no queremos ser unos parias, sino que queremos seguir hablando de nuestros hijos tan amados”, añadió la diputada, antes de recibir un aplauso de apoyo de parte del resto de los integrantes allí presentes.
A fines de octubre, cuando se discutió la ley de Presupuesto del próximo año, la diputada Silvia Lospennato destacó públicamente la presencia de Crescimbeni en el recinto luego de su tragedia personal: “Queríamos agradecerle porque hace menos de un mes perdió un hijo, está en licencia por maternidad de su otro bebé que está internado y vino hoy a cumplir con su función”.
Ley Johana
La Ley Johana, que obtuvo media sanción en Diputados con 216 votos afirmativos y uno en contra, busca garantizar los procedimientos médicos frente a la muerte del bebé en el vientre de la persona gestante. Fue impulsada en base al caso de una mujer que el 6 de octubre de 2014, un mes y medio antes de dar a luz, luego de que le confirmaran la muerte de su bebé, tuvo que esperar 10 horas en la maternidad para que le realicen una cesárea.