La flamante primera ministra Liz Truss anunció que ningún hogar pagará más de 2.500 libras al año. Además, destinará hasta 40.000 millones en garantizar la liquidez de las empresas energéticas.
La nueva primera ministra de Reino Unido, Liz Truss, anunció el jueves sus primeras medidas en el cargo, todas ellas destinadas a contener la inflación y frenar los estragos de la crisis energética. La batería de medidas incluye la congelación de precios de las facturas de gas y electricidad durante dos años para los hogares y una ayuda de hasta 40.000 millones de libras para las empresas energéticas.
La congelación de precios representará un ahorro de unas 1.000 libras (1.150 dólares) al año por hogar en comparación con la subida del tope tarifario que estaba prevista para el 1 de octubre, precisó Truss en el Parlamento dos días después de su nombramiento en reemplazo de Boris Johnson.
Truss dijo que las empresas obtendrán un apoyo equivalente, bajo un esquema de seis meses de duración. Después de esto, habrá un apoyo continuo, en particular para las industrias vulnerables, informó The Guardian.
Con estas medidas, el nuevo gobierno conservador espera bajar la inflación, estimada en alrededor del 18% para este año, en hasta 5 puntos porcentuales. Además, deja de hecho sin efecto el aumento de hasta 80% de las facturas de energía previsto para octubre y por el cual unos 12 millones de personas corrían el riesgo de caer en la pobreza energética.
I will deal hands-on with the energy crisis.
— Liz Truss (@trussliz) September 8, 2022
Today I will take action to make sure people are not facing unaffordable energy bills and to secure our future energy supply. pic.twitter.com/qHMKad92Sb
Apoyo para las empresas de energía
Ante la furia de la oposición laborista, Liz Truss anunció otro plan para reducir los precios del gas y la electricidad que pagan los consumidores a través de ayuda económica a las compañías energéticas.
Se trata de un mecanismo para inyectarles liquidez a través del Banco de Inglaterra por un valor de hasta 40.000 millones de libras esterlinas. "Queremos garantizar que las empresas que operan en el mercado mayorista de energía tengan la liquidez que necesitan para gestionar la volatilidad de los precios", dijo la primera ministra.
Truss abundó que con esa medida se estabilizará el mercado en Reino Unido y disminuirá la probabilidad de que los minoristas de energía necesiten apoyo estatal como ocurrió el último invierno. "Al aumentar la oferta, impulsar la economía y aumentar la liquidez en el mercado, reduciremos significativamente el costo de esta intervención para el gobierno", subrayó.
Sin lugar para gravar la renta inesperada en Reino Unido
El líder de la oposición laborista, Keir Starmer, criticó la ayuda a las empresas anunciada por Liz Truss y aseguró que los préstamos aumentarán porque el gobierno conservador descartó el impuesto a las rentas inesperadas.
"El Partido Laborista pidió una congelación de precios a principios del verano y fue criticado por hacerlo", recordó, informó The Guardian, para luego celebrar que se haya tomado esa medida. No obstante, "la pregunta clave es quién pagará por esto".
Starmer dijo que las empresas energéticas obtendrán 170.000 millones de libras esterlinas en ganancias inesperadas durante los próximos dos años. "Cada libra que el gobierno se niega a aumentar en impuestos sobre las ganancias extraordinarias... es una libra de endeudamiento adicional. Es así de simple", afirmó.
Revisión de los compromisos climáticos
La primera ministra británica, Liz Truss, también anunció que para mejorar la seguridad energética de Reino Unido en el largo plazo se realizarán dos revisiones: una regulatoria y otra de los compromisos climáticos.
En opinión del nuevo ejecutivo, se debe analizar cómo alcanzar el cero neto de emisiones "de una manera que sea favorable a las empresas y al crecimiento". Para ello designó un funcionario, el exministro de Energía Chris Skidmore, conocido por ser uno de los parlamentarios conservadores más comprometidos con las emisiones cero