►Intentaron estafarla por teléfono, los confrontó y terminó dándoles una lección de vida

Una vendedora de churros recibió un llamado engañoso de supuestos empleados de una tarjeta de crédito. Lejos de caer en la trampa, enfrentó a los delincuentes con un discurso sobre el trabajo honesto que se volvió viral y generó una insólita reacción.

Gemini Generated Image fowjl9fowjl9fowj

Lectura exprés

  • ¿Qué sucedió?
    Una mujer evitó una estafa telefónica y logró que los delincuentes le pidieran perdón y hasta quisieran enviarle dinero.
  • ¿Quién es la protagonista?
    Magdalena, una emprendedora de 37 años que vende churros en la ruta cerca de Alta Gracia, Córdoba.
  • ¿Cómo fue el engaño?
    Se hicieron pasar por empleados de Tarjeta Naranja y Correo Andreani, alegando una entrega fallida para robarle datos.
  • ¿Cuál fue la reacción de la víctima?
    Al notar el fraude, los increpó duramente, contándoles su sacrificio diario para trabajar dignamente.
  • ¿Qué respondieron los estafadores?
    Sorpresivamente, se conmovieron, le dijeron "fuerza amiga" e intentaron transferirle dinero robado (que ella rechazó).
  • ¿Por qué es relevante?
    El caso expone las nuevas modalidades de ciberdelito y destaca la dignidad del trabajo frente a la delincuencia.

 

Del cuento del tío a la lección moral

Lo que comenzó como un intento de estafa virtual más en la provincia de Córdoba, terminó convirtiéndose en una historia viral con un giro inesperado. Magdalena, una vendedora de churros de 37 años, recibió una llamada sospechosa mientras trabajaba. Del otro lado de la línea, sujetos que fingían ser operarios de Tarjeta Naranja y del correo Andreani intentaban obtener sus datos personales bajo la excusa de una entrega de tarjeta a domicilio que no había podido concretarse.

Sin embargo, la mujer, que ya había recibido llamados similares desde Mendoza y otras localidades en semanas anteriores, detectó rápidamente las inconsistencias del relato. "Suelo hacer preguntas a propósito para que se den cuenta de que sé que me quieren estafar", explicó Magdalena luego de que se difundiera el audio de la conversación.

"Dejen de romper los huevos y laburen"

El punto de quiebre de la llamada se produjo cuando los delincuentes, acorralados por las preguntas de la víctima sobre direcciones y números de sucursales que no coincidían, quedaron en silencio. Fue entonces cuando Magdalena estalló, no con insultos vacíos, sino con una realidad cruda que desarmó a los estafadores:

  • El reclamo: "En serio, loco, dejen de cagar a la gente. Me levanto a las 5:30 de la mañana. Tengo 37 años y desde los 16 que laburo. Estoy vendiendo churros al costado de la ruta, nadie me mantiene".
  • El pedido: Les exigió que se pusieran "una mano en el corazón" y buscaran una forma honesta de ganarse la vida en lugar de perjudicar a trabajadores.

La insólita respuesta de los delincuentes

Lejos de cortar la comunicación o agredirla, los estafadores reaccionaron de una manera atípica. Conmovidos por el descargo de la trabajadora, uno de ellos le ofreció transferirle dinero en ese mismo instante. "Pasame tu CBU, yo te paso plata, ya está, ganaste", se escucha decir al delincuente en la grabación.

La respuesta de Magdalena fue tajante y dio una muestra de integridad: rechazó rotundamente el dinero. "No sería digno para mí recibir plata de personas que son malvivientes", aseguró posteriormente a los medios. La llamada finalizó con un mensaje de texto por WhatsApp de los estafadores que rezaba: "Fuerza amiga".

Viralización y solidaridad

Tras compartir el audio, que ella misma consideró una "estrategia de marketing accidental", la historia explotó en redes sociales. La empresa emisora de la tarjeta se comunicó para agradecerle por alertar sobre esta modalidad, y cientos de usuarios comenzaron a escribirle para comprarle sus productos o enviarle donaciones.

A pesar de la oferta de ayuda económica, Magdalena se mantiene firme en su postura: "No quiero que me regalen nada. Mi intención es vender churros y que mi emprendimiento salga adelante". Actualmente, se la puede encontrar trabajando en la ruta provincial 5, frente a la cancha de Banfield, en la zona conocida como Villa Oviedo y La Bolsa.

 

informe desarrollado desde Fuente/Canal: Telefe Córdoba  
►Intentaron estafarla por teléfono, los confrontó y terminó dándoles una lección de vida

►Intentaron estafarla por teléfono, los confrontó y terminó dándoles una lección de vida

►Intentaron estafarla por teléfono, los confrontó y terminó dándoles una lección de vida

Una vendedora de churros recibió un llamado engañoso de supuestos empleados de una tarjeta de crédito. Lejos de caer en la trampa, enfrentó a los delincuentes con un discurso sobre el trabajo honesto que se volvió viral y generó una insólita reacción.

Gemini Generated Image fowjl9fowjl9fowj

Lectura exprés

  • ¿Qué sucedió?
    Una mujer evitó una estafa telefónica y logró que los delincuentes le pidieran perdón y hasta quisieran enviarle dinero.
  • ¿Quién es la protagonista?
    Magdalena, una emprendedora de 37 años que vende churros en la ruta cerca de Alta Gracia, Córdoba.
  • ¿Cómo fue el engaño?
    Se hicieron pasar por empleados de Tarjeta Naranja y Correo Andreani, alegando una entrega fallida para robarle datos.
  • ¿Cuál fue la reacción de la víctima?
    Al notar el fraude, los increpó duramente, contándoles su sacrificio diario para trabajar dignamente.
  • ¿Qué respondieron los estafadores?
    Sorpresivamente, se conmovieron, le dijeron "fuerza amiga" e intentaron transferirle dinero robado (que ella rechazó).
  • ¿Por qué es relevante?
    El caso expone las nuevas modalidades de ciberdelito y destaca la dignidad del trabajo frente a la delincuencia.

 

Del cuento del tío a la lección moral

Lo que comenzó como un intento de estafa virtual más en la provincia de Córdoba, terminó convirtiéndose en una historia viral con un giro inesperado. Magdalena, una vendedora de churros de 37 años, recibió una llamada sospechosa mientras trabajaba. Del otro lado de la línea, sujetos que fingían ser operarios de Tarjeta Naranja y del correo Andreani intentaban obtener sus datos personales bajo la excusa de una entrega de tarjeta a domicilio que no había podido concretarse.

Sin embargo, la mujer, que ya había recibido llamados similares desde Mendoza y otras localidades en semanas anteriores, detectó rápidamente las inconsistencias del relato. "Suelo hacer preguntas a propósito para que se den cuenta de que sé que me quieren estafar", explicó Magdalena luego de que se difundiera el audio de la conversación.

"Dejen de romper los huevos y laburen"

El punto de quiebre de la llamada se produjo cuando los delincuentes, acorralados por las preguntas de la víctima sobre direcciones y números de sucursales que no coincidían, quedaron en silencio. Fue entonces cuando Magdalena estalló, no con insultos vacíos, sino con una realidad cruda que desarmó a los estafadores:

  • El reclamo: "En serio, loco, dejen de cagar a la gente. Me levanto a las 5:30 de la mañana. Tengo 37 años y desde los 16 que laburo. Estoy vendiendo churros al costado de la ruta, nadie me mantiene".
  • El pedido: Les exigió que se pusieran "una mano en el corazón" y buscaran una forma honesta de ganarse la vida en lugar de perjudicar a trabajadores.

La insólita respuesta de los delincuentes

Lejos de cortar la comunicación o agredirla, los estafadores reaccionaron de una manera atípica. Conmovidos por el descargo de la trabajadora, uno de ellos le ofreció transferirle dinero en ese mismo instante. "Pasame tu CBU, yo te paso plata, ya está, ganaste", se escucha decir al delincuente en la grabación.

La respuesta de Magdalena fue tajante y dio una muestra de integridad: rechazó rotundamente el dinero. "No sería digno para mí recibir plata de personas que son malvivientes", aseguró posteriormente a los medios. La llamada finalizó con un mensaje de texto por WhatsApp de los estafadores que rezaba: "Fuerza amiga".

Viralización y solidaridad

Tras compartir el audio, que ella misma consideró una "estrategia de marketing accidental", la historia explotó en redes sociales. La empresa emisora de la tarjeta se comunicó para agradecerle por alertar sobre esta modalidad, y cientos de usuarios comenzaron a escribirle para comprarle sus productos o enviarle donaciones.

A pesar de la oferta de ayuda económica, Magdalena se mantiene firme en su postura: "No quiero que me regalen nada. Mi intención es vender churros y que mi emprendimiento salga adelante". Actualmente, se la puede encontrar trabajando en la ruta provincial 5, frente a la cancha de Banfield, en la zona conocida como Villa Oviedo y La Bolsa.

 

informe desarrollado desde Fuente/Canal: Telefe Córdoba  

Lo más visto en los últimos

Chaco Gobierno del Pueblo