Lectura exprés

• ¿Qué sucedió? Se debate una nueva reforma laboral que modificaría licencias, indemnizaciones y convenios, contrastada con la historia de los derechos en Argentina.
• ¿Quiénes son los protagonistas? El historiador Felipe Pigna, el periodista Diego Genoud y el Gobierno Nacional.
• ¿Cuándo ocurrió? El análisis surge en la antesala de las sesiones extraordinarias y el debate del "Consejo de Mayo" para diciembre.
• ¿Dónde fue? En el ciclo de entrevistas de Cenital (Argentina).
• ¿Cómo se produjo? A través de un repaso cronológico de leyes (1905-2004) frente a los borradores de la nueva ley que busca el oficialismo.
• ¿Por qué es importante? Porque se cuestionan pilares como la ultractividad de los convenios y el principio de progresividad laboral.
• ¿Qué consecuencias hay? Riesgo de inconstitucionalidad al chocar con el Art. 14 bis y la posible pérdida de poder de negociación sindical.

El debate actual: ¿Qué busca la nueva reforma?

En un contexto político marcado por las negociaciones en el denominado Consejo de Mayo, el gobierno de Javier Milei prepara el terreno para una reforma laboral que promete ser estructural. Según la información detallada en el informe, los borradores que circulan entre la CGT, empresarios y gobernadores apuntan a modificaciones sensibles en la vida cotidiana de los trabajadores.

Entre los puntos más polémicos destacados se encuentran:

• Licencias médicas: Se propone reducir la remuneración por día de enfermedad del 100% al 80%.
• Antigüedad: Modificación del Art. 18 de la Ley de Contrato de Trabajo (LCT) para eliminar la acumulación de tiempo de servicio si un empleado reingresa a una misma empresa.
• Aportes solidarios: Eliminar la obligatoriedad de la cuota solidaria a los sindicatos, transformándola en un aporte voluntario.
• Fin de la ultractividad: Si un convenio colectivo vence, caerían sus beneficios y se debería renegociar desde cero, eliminando el piso de derechos adquiridos.

La historia de los derechos: no fue magia, fue lucha

Frente a la coyuntura, Felipe Pigna aporta la perspectiva histórica necesaria para entender que lo que hoy se discute llevó décadas conseguir. El historiador traza una línea de tiempo que desmitifica la idea de que los derechos laborales son patrimonio exclusivo de un solo partido, mostrando un abanico de conquistas transversales:

El recorrido inicia en 1904 con Alfredo Palacios, primer diputado socialista de América, impulsando en 1905 la Ley de Descanso Dominical, la primera norma laboral argentina. Pigna destaca hitos olvidados, como el primer aguinaldo de la historia en 1910 (para municipales porteños bajo la intendencia conservadora de Güiraldes) o la fundamental Ley de Jornada de 8 horas (Ley 11.544) sancionada durante el gobierno radical de Hipólito Yrigoyen en 1929.

"La Argentina es un país que puede exhibir una cantidad de derechos laborales adquiridos con mucha lucha, porque todo esto costó sangre. Tirarlo por la borda es lamentable", reflexiona Pigna.

Del Peronismo al Artículo 14 bis

El análisis subraya el rol del peronismo (1945-1955) en la generalización de estos derechos —vacaciones pagas para todos, aguinaldo universal y el histórico Estatuto del Peón de Campo— y su elevación a rango constitucional en 1949. Tras el golpe del 55, la Convención Constituyente de 1957 incorpora, paradójicamente impulsado por el radical Crisólogo Larralde, el Artículo 14 bis.

Pigna califica a este artículo como una "declaración platónica": una redacción de vanguardia (participación en las ganancias, protección contra el despido arbitrario) que, sin embargo, rara vez se cumple en la práctica, pero que permanece vigente como barrera legal ante cualquier intento de flexibilización extrema.

Reflexión final: el fracaso de la solución individual

El historiador cierra con una potente analogía sobre la vivienda y el sistema liberal. Argumenta que el retiro del Estado y la desregulación (como sucedió con los créditos y el mercado inmobiliario) no solucionaron los problemas, sino que los agravaron, transformando cuestiones sociales en dilemas individuales imposibles de resolver para las nuevas generaciones.

"Si le vas a quitar derechos laborales, lo que vas a incrementar es la arbitrariedad patronal, no el empleo", concluye Pigna, advirtiendo que las crisis de representación actuales derivan de esta incapacidad del sistema para garantizar un futuro digno.