“Rusia podría negarse a reconocer la ciudadanía estadounidense de personas con doble nacionalidad", dijo la representación diplomática.
La guerra escala en muchos frentes y el temor ante una reacción desproporcionada de Rusia ha llevado incluso a que Estados Unidos pida urgentemente a sus ciudadanos a abandonar el país, sobre todo en referencia a quienes tienen doble nacionalidad. ¿Por qué? Porque pueden ser llamados al frente dentro de la movilización parcial decretada por Vladimir Putin y que repercute, según las cifras facilitadas por el Kremlin, a un total de 300.000 hombres.
La salida, eso sí, no es sencilla. Y la propia embajada en un comunicado así lo refleja: "Los vuelos comerciales están extremadamente limitados actualmente, por lo que en ocasiones no hay ninguno disponible". Además, el aviso no puede ser más explícito, pues Washington insiste en que "aquellos que residan en el país o se encuentren en territorio ruso deben abandonarlo inmediatamente". Más allá de un posible reclutamiento, la prensa estadounidense también incluye en el marco de esta decisión la posibilidad de que el Kremlin decida cerrar la frontera.
Por otro lado, mientras sigan en Rusia, Estados Unidos también pide a sus nacionales que "eviten protestas y fotografías a las fuerzas de seguridad" en el marco de dichos eventos, y recuerda las "detenciones que ya se han producido entre los participantes" en esos eventos. De nuevo, el comunicado es rotundo: "La libertad de expresión y el derecho a la asamblea pacífica no están garantizados en Rusia".
El éxodo de rusos que no quieren ir a la guerra sigue después de un aumento muy fuerte del flujo hacia la UE en los últimos días, pero también cruzando a países como Georgia o incluso Kazajistán, tradicional aliado de Putin y que, en cambio, ha mostrado predisposición para acoger a los desertores. No obstante, Finlandia ultima un mecanismo legal para bloquear la entrada de turistas de esta nacionalidad aunque tengan visado (cuyo proceso de obtención se ha complicado tras el acuerdo entre los Estados miembros de la UE). Según los datos que maneja Helsinki, un total de 50.655 rusos han entrado en el país desde que el Kremlin anunció la movilización, hace ya una semana.
Está previsto que el tráfico fronterizo entre Finlandia y Rusia sufra un colapso una vez entre en vigor la prohibición de entrada para los ciudadanos rusos con visado de turista emitido por cualquier país del espacio Schengen. La medida, anunciada por el Gobierno finlandés el pasado viernes, podría empezar a aplicarse este mismo jueves, una vez culmine su tramitación técnica y jurídica, según apuntan varios medios locales.
Finlandia es el último país de la Unión Europea fronterizo con Rusia que opta por vetar la entrada a los turistas rusos, después de que ya lo hicieran las tres repúblicas bálticas (Estonia, Letonia y Lituania) y Polonia. Mientras que estos países justificaron la medida alegando que la llegada de turistas rusos puede poner en peligro su seguridad nacional, Helsinki argumentó que puede causar "un grave perjuicio para la posición internacional de Finlandia".
Los reservistas convocados, sin pasaporte
¿Y Rusia reacciona? Sí. Moscú ha confirmado que el llamamiento a filas fruto de la movilización a medias para combatir en Ucrania implicará que no se emita ningún pasaporte para los reservistas convocados, de tal forma que no podrán abandonar el país una vez hayan sido citados por las autoridades militares. El Ejecutivo ruso, en un portal informativo en el que responde a una batería de preguntas sobre dicha movilización, expone que no hay ninguna prohibición de salida para los hombres en edad de combate y que podrían por tanto ser citados para unirse a las Fuerzas Armadas.
Sin embargo, sí se aplicarán límites a la emisión de pasaportes en el caso de que haya ya una citación en vigor, aunque el Gobierno ha aclarado que no se contempla la retirada de la nacionalidad en ningún caso. También se contemplan excepciones, de tal manera que no sean citados trabajadores de servicios críticos, como el financiero, o personas en tratamiento psiquiátrico o VIH. En cuanto a edad, el Gobierno reconoce que en el caso de soldados rasos la prioridad es que tengan menos de 35 años.