Doctrina Bukele: 500 días sin homicidios en El Salvador

Nayib Bukele, implacable contra las pandillas, celebró los 500 días interrumpidos sin homicidios. Pero cómo logró transformar al 'país más violento del mundo'.

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, que libra una batalla sin precedentes contra las pandillas a ‘cualquier costo’ y quien ha sido criticado por organismos internacionales de DD.HH —pero aplaudido por homólogos centroamericanos—, celebró este lunes (04/12) que su país alcanzó los 500 días interrumpidos sin un sólo homicidio, hito logrado por su política de Estado que incluye la prórroga sucesiva del estado de excepción.

"¡Llegamos a 500 días sin homicidios! Y pensar que, en todo el gobierno anterior, no lograron tener un solo día sin homicidios. Gracias a Dios, El Salvador ya es otro país. Seguimos”, posteó Bukele en su cuenta oficial de X/Twitter, en medio de su licencia porque delegó su gestión para meterse de lleno en su campaña de cara a la reelección.

El actual mandatario populista-punitivo que triunfó en las urnas salvadoreñas en el 2019, época en la que se registraron más de 2.030 muertes por el delito, aún goza de popularidad con el 70% de imagen positiva según los últimos sondeos, lo que lo podría llevarlo nuevamente a una otra gestión si es reelegido en las elecciones de febrero.

En teoría, Bukele no podría tener otro mandato según lo expresado en la Constitución de El Salvador que permite un sólo gobierno de cinco años. Pero, un fallo de la Sala Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, mediante una reinterpretación, lo habilitó a postularse nuevamente.

Ahora bien, tanto el presidente Nayib Bukele como su vice Félix Ulloa se pidieron licencia de sus cargos para dedicarse de lleno a la campaña de cara a una posible relección, y fueron reemplazados en sus funciones por la secretaria de la Presidencia, Claudia Juana Rodríguez de Guevara. Durante sus licencias no podrán "ejercer la función de toma de decisiones como la conducción política y administrativa del aparato estatal, monopolio del uso de la fuerza estatal”, de acuerdo al pedido aprobado por el Congreso.

Doctrina Bukele que barrió a los criminales

La doctrina Bukele del ‘palazo al delincuente’ arrestó a más de 73.000 marginales y le valió que su país atestado por el crimen organizado no tuviera un sólo homicidio desde el 2019. La política de Estado de Bukele contra las pandillas ha contemplado la prórroga cada mes del estado de excepción que habilita a limitar la libertad de asociación y reunión, suspender derechos durante un arresto como no proveer un abogado ni informar los motivos de la detención, aumentar el plazo de prisión preventiva de 72 a 15 días, y permitir a las autoridades la intervención en las correspondencias y en los celulares sin una orden judicial.

Desde el 01 de junio de 2019 hasta la fecha, se han registrado 500 días sin homicidios (Policía Nacional de El Salvador)

Nayib Bukele, con sus jóvenes 41 años, se ha cargado al hombro su famoso Plan Control Territorial (20/06/19) destinado a exterminar a la delincuencia y a las organizaciones criminales, en base a tres áreas; control de penitenciarias, interrupción del financiamiento del crimen organizado y fortalecimiento de las F.F.A.A, tal como contó U24. Una inversión de 575.2 millones de dólares para llevar a cabo dicho plan de seguridad, logró que las empresas telefónicas cortaran las señales en los penales (a fin de evitar extorsiones y manejo de las actividades ilegales desde la cárcel), además de proveer más material de trabajo a la Policía Nacional Civil y otras fuerzas armadas, y se transfirieron a 1,624 convictos a distintos centros de detención para dejarlos ‘solitos’ sin ejercer influencias.

"En un total tenemos 22 000 pandilleros, a los que tenemos sin colchonetas, durmiendo en el suelo, asignados con dos tiempos de comida y en condiciones que ninguno de los pandilleros que están afuera quiere ir a tener adentro. Es importante que sepan que si se tratan de pasar de listos, vamos a bajar de dos tiempos a cero tiempos de comida y veremos cuanto duran", dijo Bukele en un discurso para un acto de graduación militar (05/04/22). Por tanto, lo que sucedió a posteriori, cambió los índices de homicidios, pasando de 20 cadáveres diarios (en 2015) a ninguno en el 2019, tras la implementación de la política de seguridad antes mencionada. Pero no por mucho tiempo, ya que ello cambiaría drásticamente tras una ‘traición’ gubernamental a los líderes pandilleros con lo que la cúpula del poder venía negociando para el mantenimiento de la ‘paz’.

Los presos salvadoreños en la nueva megacárcel, duermen en camas metálicas sin colchones, no pueden recibir visitas, y su familia debe pagar por su estadía.

 

No es un dato menor que la primera vez que el legislativo, con mayoría oficialista (Nuevas Ideas/Bukele), aprobó el estado de excepción (27/03/22) fue luego de la ola de homicidios con sello narco -entre el 25 y 27 de marzo- que puso fin a la 'falacia de paz' producto de las negociaciones secretas entre la Administración de Bukele y las bandas criminales como Mara Salvatrucha (MS-13), Barrio 18 Sureños y Barrio 18 Revolucionarios, según lo develó el medio digital salvadoreño El Faro. Al parecer, el punto de inflexión del pacto con la gestión de Bukele había sido la detención de cabecillas de Mara Salvatrucha (MS-13), que estaban siendo traslados en un vehículo facilitado por las autoridades salvadoreñas, confiados en su protección, después de haber también facilitado la excarcelación de ‘Viejo’ (Elmer Canales Rivera, líder de la MS-13) como una demostración de lealtad y confianza, así lo revelo la investigación de El Faro, el cual accedió a los audios entre Carlos Marroquín, viceministro de Justicia, Osiris Luna, el director general de cárceles, y los cabecillas de las bandas MS-13, Barrio 18 Sureños y Barrio 18 Revolucionarios.

Megacárcel en El Salvador: Cuánto les cobran a los reos

El actual mandatario de El Salvador, Nayib Bukele, está librando una brutal guerra contra las organizaciones criminales, llegando incluso a anularle el derecho a la comida a los reclusos, en un país infestado por las Maras y otras pandillas, con asesinatos con sello narco a plena luz del día—más de 2.030 muertes por el delito en el 2019—. Ahora, el presidente salvadoreño inauguró una megacárcel para convictos, en una Nación con la mayor población penitenciaria del mundo. En este clima de guerra contra las pandillas que se cargó al hombro el líder salvadoreño Bukele, unos 2000 reclusos han sido trasladados al reciente inaugurado Centro de Confinamiento del Terrorismo (COT), ubicado en Tecoluca, a 74 kilómetros de San Salvador, tal como se ve en las imágenes de los pandilleros, esposados de pies y manos en la penitenciaria.

 

Según un informe exclusivo de CNN, la megacárcel cuenta con miles de celdas de concreto cercadas con barrotes de hierro, y cada una puede alojar hasta cien convictos. “No se han construido patios, ni áreas de recreación ni espacio conyugales como existen en varios centros penales”, denunció Romeo Rodríguez, ministro de Obras Públicas de El Salvador, tras visitar la megacárcel COT. Allí, los reclusos tendrán a su disposición camas metálicas tipo cuchetas –pero sin colchones-, una pileta de concreto para bañarse y dos inodoros, ya que la idea es que los reos ni siquiera salgan de ese camarote metálico en instancias de juicio, debido a que los procedimientos legales se harían bajo modalidad videollamada. “Los terroristas que vayan al CECOT no van a volver nunca a nuestras comunidades, es un compromiso que tiene el presidente Nayib Bukele. No vamos a parar y nadie nos va a detener”, expresó el ministro de Justicia y Seguridad, Gustavo Villatoro tras presentar la nueva petición de prórroga por otros 30 días.

Sin embargo, organizaciones de derechos humanos como Amnistía Internacional y Human Rights han denunciado torturas, detenciones arbitrarias y hacinamiento carcelario, como resultado del estado de excepcional prorrogado en más de diez instancias consecutivas, creando un ambiente similar al estado de sitio y propicio para el abuso de poder. A su vez, los organismos de DD.HH. han acusado a la Administración de Bukele de decenas de muertos en arrestos sin juicios justos, en los centros penitenciarios de Izalco y La Esperanza.

‘Pagar’ por el delito

Pese a las críticas de las organizaciones internacionales que acusan al gobierno de Bukele de cometer delitos de lesa humanidad, en el 2022, gracias al estado de excepción que habilitó las masivas detenciones de sospechosos pandilleros, se redujeron un 57 % los homicidios en El Salvador. "Pobrecitos los criminales, pobrecitos como les violamos sus derechos en las cárceles... Pero no dijeron nada cuando ellos le quitaron la vida a los salvadoreños, cuando ellos le quitaron la tranquilidad a nuestro país, cuando han hecho que corra sangre...", sentenció Bukele en su discurso público para anunciar el traslado de los pandilleros al COT.

 

Por su parte, el medio Prensa Libre asegura que los familiares de los convictos deben velar por su bienestar personal, estando obligados a financiarles su estadía, con paquetes de alimentos y artículos de higiene personal desde diciembre del 2022. Según fuentes de la agencia de noticia, la comida, ropa y artículos de higiene de los reos tiene un costo de US$170 mensuales que corren a cuenta propia de la familia de los pandilleros.

“Son siete pequeños paquetes cuyos contenidos no aparecen detallados en las hojas que los carceleros han pegado en los muros de las prisiones. Los familiares solo saben que dan 35 dólares por alimentación, 15 por artículos de higiene, 30 por vestimenta, 20 por limpieza de área y 70 por misceláneos”, reveló la investigación.

Sumado al pack básico de US$170 mensuales antes mencionado, existe un sistema de “tiendas institucionales” en donde los presos pueden depositar entre US$5 y US$150 al mes para darse lujos o bien, comprarse otros artículos de primera necesidad. Según información oficial de Infobae, unos US$17 millones mensuales estarían ingresando a las penitenciarías salvadoreñas.

 

Fuente: urgente24.com


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