Las “cuatro trampas” de la pobreza en la Argentina, según el Banco Mundial

El informe Las Trampas de la Pobreza en Argentina realizado por el Banco Mundial analiza cuatro factores clave que le impiden al país salir de una situación de vulnerabilidad económica.

La primera cuestión es la inflación y el desequilibrio fiscal. El aumento constante de precios erosiona el poder adquisitivo de los salarios especialmente en el sector informal y los hogares de bajos ingresos.

“La contracción de los ingresos laborales explica el 60% del aumento en la tasa de pobreza entre 2016 y 2023″, sostiene el organismo. Para el segundo semestre de 2023, las estimaciones del Banco Mundial muestran que la AUH logra un efecto de reducción en la tasa de pobreza de 3% y consigue una reducción de casi 30 % en la tasa de indigencia.

La segunda “trampa” que menciona el organismo son los “desequilibrios intergeneracionales y geográficos”, ya que la pobreza es más alta entre los niños y adolescentes. El Banco Mundial indica que eso, sumado a que el gasto social está mayormente destinado a la población de adultos mayores, se traduce en pobreza crónica y falta de movilidad social.

La primera cuestión es la inflación y el desequilibrio fiscal, según el Banco Mundial

La primera cuestión es la inflación y el desequilibrio fiscal, según el Banco Mundial

El tercer factor es la informalidad laboral, por la cual gran parte de la población trabaja en el sector informal, sin contratos ni beneficios sociales, en empleos precarios y mal remunerados. “Para los más pobres, el ingreso laboral pasó de contribuir 64% del ingreso total en 2016 a 58% en 2023″, señaló el informe.

El último determinante de la pobreza en la Argentina es el impacto del cambio climático. “Los eventos climáticos extremos, como sequías e inundaciones, afectan desproporcionadamente a las poblaciones más vulnerables”, remarcó el informe.

Al cierre del estudio, el Banco Mundial recomendó: “El eje fundamental de una estrategia de reducción de la pobreza en Argentina pasa por promover un crecimiento sostenible e inclusivo que permita fortalecer la capacidad de generación del ingreso de los hogares. Un punto de partida clave es la estabilización macroeconómica y el énfasis en la reducción de la inflación”.