Una discusión trivial por el orden de las pesas derivó en una golpiza cobarde. Facundo Medina sufrió fractura de maxilar y pómulo tras ser atacado por la espalda por un alumno que fingió retirarse.
Lectura exprés
- ¿Qué sucedió? Un alumno agredió salvajemente a su instructor de kickboxing tras una discusión menor.
- ¿Quiénes son los protagonistas? Facundo Medina (la víctima) y un joven que entrenaba en el lugar.
- ¿Cuándo ocurrió? El hecho es reciente, registrado en los primeros días de diciembre de 2025.
- ¿Dónde fue? En el interior de un gimnasio en la localidad de Carmen de Areco, Buenos Aires.
- ¿Cómo se produjo? El agresor simuló irse y, cuando el profesor le dio la espalda, lo atacó a traición dejándolo inconsciente.
- ¿Por qué es importante? El caso expone la violencia irracional ante normas de convivencia y las graves consecuencias físicas de un ataque sorpresa.
- ¿Qué consecuencias hay? Medina sufrió fracturas de mandíbula y pómulo; el agresor enfrenta una causa penal.
Violencia desmedida por una norma de convivencia
Un episodio de violencia extrema conmociona a la comunidad deportiva de Carmen de Areco. Facundo Medina, instructor de kickboxing, se encuentra hospitalizado con graves lesiones en su rostro luego de ser atacado brutalmente por un alumno dentro del gimnasio donde trabaja. El desencadenante fue una solicitud básica de orden: el profesor le pidió al joven que acomodara las pesas que había utilizado.
Según relatan los testigos y la propia víctima, el agresor reaccionó de mala manera ante el pedido, elevando el tono de la discusión. Aunque Medina intentó calmar la situación y mantener el diálogo, el desenlace fue repentino y violento, quedando todo registrado en las cámaras de seguridad del establecimiento.
La anatomía de un ataque a traición
El análisis de las imágenes, difundidas por canales especializados en defensa personal como Ciencia Marcial, revela la cobardía de la maniobra. En el video se observa el intercambio de palabras entre ambos hombres. El agresor, vestido con remera violeta y gorra, muestra un lenguaje corporal desafiante pero, en un momento dado, parece desistir de la confrontación física directa frente al profesor.
- El engaño: El joven simula retirarse, caminando hacia la salida e incluso poniéndose una prenda de vestir, lo que reduce la alerta de Medina.
- El error fatal: Creyendo que el conflicto había cesado, el instructor comete el error de darle la espalda para continuar con su rutina.
- El impacto: Aprovechando la indefensión total de la víctima, el agresor regresa rápidamente sobre sus pasos y lanza un golpe devastador desde atrás, seguido de una golpiza en el suelo.
"Me partió el maxilar en dos"
Las consecuencias físicas para Facundo Medina han sido severas. En declaraciones a medios locales, la víctima describió el calvario que atraviesa: "Tengo la oreja reventada, me partió el pómulo en dos partes y el maxilar". Debido a la fractura en la mandíbula, Medina no puede masticar ni abrir la boca con normalidad, alimentándose únicamente con líquidos mientras espera las intervenciones quirúrgicas necesarias.
El instructor reveló además que ya existían antecedentes de tensión. El agresor lo había amenazado previamente ("Ya nos vamos a cruzar", le habría dicho), cumpliendo su promesa de la peor manera posible: atacando cuando su oponente no tenía posibilidad de defensa.
Análisis: La falsa seguridad
El caso ha servido también para el análisis de expertos en artes marciales sobre la psicología de la calle versus el deporte. El canal Ciencia Marcial destaca un punto crucial: el instructor actuó bajo códigos de honor deportivo, asumiendo que el otro no atacaría por la espalda. "Es un error que le costó muy caro. No todos tienen el mismo sistema operativo moral", explica el análisis, subrayando la importancia de nunca perder de vista a una amenaza potencial, incluso cuando parece retirarse.

