►Borracho y violento en la Autopista 25 de Mayo: tenía 2,08 de alcohol y decía ser médico

Un conductor protagonizó un hecho escandaloso tras chocar y registrar un nivel de alcohol en sangre cuatro veces superior al permitido. Agredió a la policía y alegó una supuesta emergencia médica para evitar su detención.

Lectura exprés

  • ¿Qué sucedió? Un hombre chocó en la bajada de la autopista y dio 2,08 de alcoholemia tras resistirse al control.
  • ¿Quiénes son los protagonistas? Un conductor que alegaba ser médico, oficiales de tránsito y una familia afectada por el choque.
  • ¿Cuándo ocurrió? Durante la mañana, en un contexto de múltiples accidentes viales reportados.
  • ¿Dónde fue? En la bajada de Solís de la Autopista 25 de Mayo, barrio de San Cristóbal.
  • ¿Cómo se produjo? El hombre circulaba a alta velocidad, chocó a un Toyota y luego se resistió violentamente a la policía.
  • ¿Por qué es importante? El nivel de alcohol era gravísimo (2,08 g/l) y su conducta violenta puso en riesgo a terceros y autoridades.
  • ¿Qué consecuencias hay? Fue detenido, esposado y trasladado en patrullero; se le imputaría resistencia a la autoridad.

Furia, alcohol y descontrol en la autopista

Una mañana de caos vial se vivió en la Ciudad de Buenos Aires, con el foco puesto en un incidente gravísimo ocurrido en la bajada de la Autopista 25 de Mayo, a la altura de la calle Solís, en el barrio de San Cristóbal. Un hombre, visiblemente alterado, protagonizó una secuencia de violencia e irresponsabilidad que pudo haber terminado en tragedia.

El conductor, que circulaba a alta velocidad, impactó contra un vehículo Toyota en el que viajaba una mujer de 60 años junto a su hijo con discapacidad. Lejos de asistir a las víctimas o mostrar arrepentimiento, el sujeto descendió de su auto en un estado de agresividad incontrolable, lo que obligó a la intervención inmediata de oficiales de tránsito y efectivos de la Policía de la Ciudad.

"Soy médico, tengo una emergencia"

Según el reporte en vivo de A24, el hombre intentó evadir el control apelando a su supuesta profesión. A los gritos, aseguraba ser médico y exigía que lo dejaran ir argumentando que se dirigía a una emergencia. Sin embargo, su estado físico delataba otra realidad: apenas podía mantenerse en pie, balbuceaba y emanaba un fuerte olor etílico.

La situación escaló rápidamente. El conductor se negó inicialmente a realizar el test de alcoholemia, increpó a la agente de tránsito encargada del procedimiento y llegó a forcejear con el personal policial. "¿Quién sos vos para hacerme esto?", gritaba mientras intentaba arrebatar la pipeta del alcoholímetro, todo esto mientras ya se encontraba esposado debido a su actitud beligerante.

Un dosaje alarmante: 2,08 g/l

Tras varios minutos de tensión y forcejeos, y ante la presencia de testigos hábiles convocados por la policía, el hombre finalmente accedió a soplar la pipeta. El resultado confirmó las sospechas de los presentes y generó indignación: el dispositivo marcó 2,08 gramos de alcohol por litro de sangre.

Esta cifra es escandalosa, representando más de cuatro veces el límite permitido para conductores particulares en jurisdicciones donde aún rige el 0,5 (aunque en CABA la tolerancia es cero para profesionales y principiantes, y 0,5 para particulares, 2,08 implica un estado de ebriedad total con pérdida severa de reflejos).

  • Resistencia a la autoridad: El sujeto no solo se negó a colaborar, sino que insultó y agredió verbalmente a los oficiales.
  • Reincidencia en la violencia: Incluso después de ser esposado, continuó gritando y desafiando a los agentes, lo que motivó que fuera trasladado directamente a la comisaría en un patrullero.
  • Peligro inminente: Testigos afirmaron que venía "cortando clavos" por la autopista antes de embestir a la familia en la bajada.

Una mañana de choques en cadena

El incidente en San Cristóbal no fue aislado. El reporte periodístico dio cuenta de una jornada negra para el tránsito porteño, con al menos 10 choques registrados en pocas horas. Entre ellos, se destacó otro siniestro en la calle Subiría al 4100, donde un conductor —también presuntamente alcoholizado— embistió a un auto estacionado reservado para discapacitados, arrastrándolo varios metros.

Además, en la intersección de Nazca y Beiró, un vehículo cruzó en rojo y chocó a un auto de una aplicación de viajes. Las cámaras de seguridad corroboraron la infracción y revelaron un detalle preocupante: el pasajero del auto embestido salió despedido hacia adelante con tal fuerza que desplazó la butaca del conductor, evidenciando que no llevaba puesto el cinturón de seguridad.

Consecuencias legales y debate social

El conductor de la autopista quedó detenido y enfrenta cargos que podrían incluir resistencia a la autoridad y lesiones culposas, además de las sanciones administrativas correspondientes a la alcoholemia positiva. Se espera que su licencia de conducir sea inhabilitada, aunque el debate en el estudio de noticias giró en torno a la levedad de las penas: "¿Tres meses sin registro es suficiente para alguien que maneja con 2,08 de alcohol?", se preguntaron los periodistas, sugiriendo que este tipo de conductas deberían encuadrarse en figuras penales más graves como la tentativa de homicidio.

La seguidilla de accidentes reabre la discusión sobre la responsabilidad al volante, los controles nocturnos y la necesidad de sanciones ejemplares para quienes deciden manejar en estado de ebriedad, poniendo en juego la vida propia y ajena.

 

informe desarrollado desde Fuente/Canal: A24com  

 

 

►Borracho y violento en la Autopista 25 de Mayo: tenía 2,08 de alcohol y decía ser médico

►Borracho y violento en la Autopista 25 de Mayo: tenía 2,08 de alcohol y decía ser médico

►Borracho y violento en la Autopista 25 de Mayo: tenía 2,08 de alcohol y decía ser médico

Un conductor protagonizó un hecho escandaloso tras chocar y registrar un nivel de alcohol en sangre cuatro veces superior al permitido. Agredió a la policía y alegó una supuesta emergencia médica para evitar su detención.

Lectura exprés

  • ¿Qué sucedió? Un hombre chocó en la bajada de la autopista y dio 2,08 de alcoholemia tras resistirse al control.
  • ¿Quiénes son los protagonistas? Un conductor que alegaba ser médico, oficiales de tránsito y una familia afectada por el choque.
  • ¿Cuándo ocurrió? Durante la mañana, en un contexto de múltiples accidentes viales reportados.
  • ¿Dónde fue? En la bajada de Solís de la Autopista 25 de Mayo, barrio de San Cristóbal.
  • ¿Cómo se produjo? El hombre circulaba a alta velocidad, chocó a un Toyota y luego se resistió violentamente a la policía.
  • ¿Por qué es importante? El nivel de alcohol era gravísimo (2,08 g/l) y su conducta violenta puso en riesgo a terceros y autoridades.
  • ¿Qué consecuencias hay? Fue detenido, esposado y trasladado en patrullero; se le imputaría resistencia a la autoridad.

Furia, alcohol y descontrol en la autopista

Una mañana de caos vial se vivió en la Ciudad de Buenos Aires, con el foco puesto en un incidente gravísimo ocurrido en la bajada de la Autopista 25 de Mayo, a la altura de la calle Solís, en el barrio de San Cristóbal. Un hombre, visiblemente alterado, protagonizó una secuencia de violencia e irresponsabilidad que pudo haber terminado en tragedia.

El conductor, que circulaba a alta velocidad, impactó contra un vehículo Toyota en el que viajaba una mujer de 60 años junto a su hijo con discapacidad. Lejos de asistir a las víctimas o mostrar arrepentimiento, el sujeto descendió de su auto en un estado de agresividad incontrolable, lo que obligó a la intervención inmediata de oficiales de tránsito y efectivos de la Policía de la Ciudad.

"Soy médico, tengo una emergencia"

Según el reporte en vivo de A24, el hombre intentó evadir el control apelando a su supuesta profesión. A los gritos, aseguraba ser médico y exigía que lo dejaran ir argumentando que se dirigía a una emergencia. Sin embargo, su estado físico delataba otra realidad: apenas podía mantenerse en pie, balbuceaba y emanaba un fuerte olor etílico.

La situación escaló rápidamente. El conductor se negó inicialmente a realizar el test de alcoholemia, increpó a la agente de tránsito encargada del procedimiento y llegó a forcejear con el personal policial. "¿Quién sos vos para hacerme esto?", gritaba mientras intentaba arrebatar la pipeta del alcoholímetro, todo esto mientras ya se encontraba esposado debido a su actitud beligerante.

Un dosaje alarmante: 2,08 g/l

Tras varios minutos de tensión y forcejeos, y ante la presencia de testigos hábiles convocados por la policía, el hombre finalmente accedió a soplar la pipeta. El resultado confirmó las sospechas de los presentes y generó indignación: el dispositivo marcó 2,08 gramos de alcohol por litro de sangre.

Esta cifra es escandalosa, representando más de cuatro veces el límite permitido para conductores particulares en jurisdicciones donde aún rige el 0,5 (aunque en CABA la tolerancia es cero para profesionales y principiantes, y 0,5 para particulares, 2,08 implica un estado de ebriedad total con pérdida severa de reflejos).

  • Resistencia a la autoridad: El sujeto no solo se negó a colaborar, sino que insultó y agredió verbalmente a los oficiales.
  • Reincidencia en la violencia: Incluso después de ser esposado, continuó gritando y desafiando a los agentes, lo que motivó que fuera trasladado directamente a la comisaría en un patrullero.
  • Peligro inminente: Testigos afirmaron que venía "cortando clavos" por la autopista antes de embestir a la familia en la bajada.

Una mañana de choques en cadena

El incidente en San Cristóbal no fue aislado. El reporte periodístico dio cuenta de una jornada negra para el tránsito porteño, con al menos 10 choques registrados en pocas horas. Entre ellos, se destacó otro siniestro en la calle Subiría al 4100, donde un conductor —también presuntamente alcoholizado— embistió a un auto estacionado reservado para discapacitados, arrastrándolo varios metros.

Además, en la intersección de Nazca y Beiró, un vehículo cruzó en rojo y chocó a un auto de una aplicación de viajes. Las cámaras de seguridad corroboraron la infracción y revelaron un detalle preocupante: el pasajero del auto embestido salió despedido hacia adelante con tal fuerza que desplazó la butaca del conductor, evidenciando que no llevaba puesto el cinturón de seguridad.

Consecuencias legales y debate social

El conductor de la autopista quedó detenido y enfrenta cargos que podrían incluir resistencia a la autoridad y lesiones culposas, además de las sanciones administrativas correspondientes a la alcoholemia positiva. Se espera que su licencia de conducir sea inhabilitada, aunque el debate en el estudio de noticias giró en torno a la levedad de las penas: "¿Tres meses sin registro es suficiente para alguien que maneja con 2,08 de alcohol?", se preguntaron los periodistas, sugiriendo que este tipo de conductas deberían encuadrarse en figuras penales más graves como la tentativa de homicidio.

La seguidilla de accidentes reabre la discusión sobre la responsabilidad al volante, los controles nocturnos y la necesidad de sanciones ejemplares para quienes deciden manejar en estado de ebriedad, poniendo en juego la vida propia y ajena.

 

informe desarrollado desde Fuente/Canal: A24com  

 

 


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