La Corte Suprema de Estados Unidos respaldó el derecho de los ciudadanos a portar armas de fuego en las calles. El alto tribunal anuló este jueves, con 6 votos a favor y 3 en contra, una ley que restringía la tenencia de armas en la vía pública en el estado de Nueva York.
Portar un arma de fuego en ese estado requería hasta ahora una licencia especial y para obtenerla era necesario demostrar una causa justificada.
Existen leyes similares en otros estados como California, Hawái, Maryland, Massachusetts, Nueva Jersey y Rhode Island.
Se espera que el fallo de la Corte Suprema pueda ser usado para anular esas legislaciones restrictivas en todo el país, lo que afectaría a una cuarta parte de los aproximadamente 330 millones de estadounidenses.
Así, cualquier persona con licencia para tener armas de fuego podría legalmente salir a la calle con ellas en algunas de las principales ciudades del país, como Los Ángeles, San Francisco o Boston.
En representación de la mayoría que respaldó el fallo en la Corte Suprema, el juez Clarence Thomas argumentó que la Constitución protege "el derecho de un individuo a portar un arma de fuego para su defensa propia fuera del hogar".
Así, consideró que exigir a los ciudadanos que demuestren una causa justificada para ejercerlo en Nueva York viola la Segunda Enmienda de la carta magna.
Esta enmienda, redactada en 1791 y cuya interpretación es hoy objeto de debate, recoge "el derecho del pueblo a poseer y portar armas".
Revés para el control de armas
La sentencia supone un revés para los esfuerzos para endurecer las regulaciones sobre armas de fuego que se están llevando a cabo en el Congreso y el Senado estadounidenses, después de varios tiroteos masivos con decenas de muertos en los últimos meses.
Entre ellos fue particularmente trágica la masacre de Uvalde (Texas), en la que un joven de 18 años entró en una escuela con un fusil y mató a 19 niños y 2 maestras.
El fallo es histórico ya que hasta ahora la Corte Suprema solo se había pronunciado una vez sobre el derecho a portar armas.
Fue en 2008, en el famoso caso del Distrito de Columbia contra Heller, en el que respaldó el derecho de los estadounidenses a tener armas en su hogar para defensa propia.
En esta ocasión fue la Asociación Nacional del Rifle (NRA por sus siglas en inglés), el influyente lobby pro armas del pais, la que llevó el caso a los tribunales.
Estas sentencias a favor de quienes defienden la tenencia de armas dificulta, según expertos, que en el futuro los jueces de la Corte Suprema cambien de rumbo e interpreten la Constitución de una forma más restrictiva respecto a este particular derecho.
Reacciones: de la condena a la celebración
Uno de los tres magistrados que votaron en contra, el juez Breyer, argumentó que en lo que va de 2022 la violencia armada se ha cobrado un número significativo de vidas en EE.UU.
"Solo desde el comienzo de este año ya se han reportado 277 tiroteos masivos, un promedio de más de uno por día", alegó.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, afirmó estar "profundamente decepcionado" por la sentencia de la Corte Suprema.
Aseguró que el fallo "contradice tanto el sentido común como la Constitución, y debería preocuparnos a todos".
Autoridades de Nueva York, incluida la gobernadora demócrata Kathy Hochul, también condenaron la decisión del alto tribunal.
Hochul consideró "escandaloso que en un momento de debate nacional sobre la violencia armada, la Corte Suprema haya anulado imprudentemente una ley de Nueva York que ponía limitaciones a quienes pueden llevar armas ocultas", criticó Hochul.
El Alcalde de Nueva York, Eric Adams, aseguró que revisará otras formas de restringir el acceso a armamento, como endurecer el proceso de solicitud para comprar armas de fuego y evaluar prohibiciones en ciertos lugares.
Por su parte, la Asociación Nacional del Rifle celebró la histórica sentencia.
"El derecho a la autodefensa y a defender a la familia y seres queridos no debe terminar en casa. Este fallo brinda a los estadounidenses que respetan la ley una justicia que salva vidas", afirmó en un comunicado Wayne LaPierre, vicepresidente ejecutivo de la NRA.
El poderoso lobby de las armas dio asistencia a los demandantes, Robert Nash y Brandon Koch, dos neoyorquinos que habían solicitado un permiso para portar armas en la calle, pero se les denegó pese a contar con licencias para poseer armas recreativas.
En Estados Unidos hay más de 390 millones de armas registradas a nombre de civiles.
Solo en 2020 más de 45.000 estadounidenses murieron por lesiones relacionadas con armas de fuego, incluyendo homicidios y suicidios.