Italia tiene previsto reducir la calefacción de los hogares y las empresas durante el invierno para ayudar a disminuir la cantidad de gas que utiliza y reducir los riesgos relacionados con una interrupción total de los flujos de gas ruso.
Italia importaba alrededor del 40% de su gas de Rusia antes que comenzara el conflicto en Ucrania, pero se ha movido rápidamente para buscar suministros alternativos y reducir su dependencia de Moscú.
Según un plan del Gobierno anunciado el martes, la temperatura en los bloques de apartamentos y otros edificios públicos se regulará a 19 grados Celsius, un grado menos que antes. La cifra se fijará en 17ºC para los locales industriales.
Además, la calefacción estará encendida una hora menos al día.
Roma también está en conversaciones con el grupo de presión industrial Confindustria para acordar una nueva reducción del consumo de gas de forma voluntaria, añadió.
Italia espera reducir su consumo de gas en 3.200 millones de metros cúbicos en el periodo agosto-marzo y pretende reducir otros 2.100 millones de metros cúbicos mediante el uso de combustibles alternativos para generar electricidad.
A ello se sumarán otras medidas que animen a los usuarios particulares y a las empresas a reducir su consumo, con lo que la demanda global podría descender un 15%, en línea con los planes más amplios de la Unión Europea.
El documento añade que Italia ha llenado sus depósitos de gas al 83% de su capacidad a principios de septiembre, anticipándose a los meses más fríos.