El expresidente del Banco Central expuso la falta de dólares, las restricciones legales y las graves consecuencias sociales que impedirían llevar adelante la dolarización en Argentina, refutando la viabilidad de propuestas mediáticas y políticas.
Panorama económico: reservas al límite y crisis estructural
En una entrevista reciente, Miguel Ángel Pesce, expresidente del Banco Central, analizó el estado crítico de la economía argentina pos-elecciones 2025. Detalló que la balanza comercial se mantiene por debajo de 1.000 millones de dólares mensuales y no alcanza para cubrir los pagos de servicios y las importaciones crecientes, agravadas por la demanda de dólares para viajes y la fuga de capitales —más de 23.000 millones de dólares desde abril—, que bate récords históricos.
Según Pesce, el gobierno persiste en facilitar importaciones y gastos externos, lo que "la balanza cambiaria no aguanta". Además, señala demoras claves en proyectos energéticos y de infraestructura, como el gasoducto Néstor Kirchner y exportaciones petroleras, que restringen aún más el ingreso de divisas.
El debate sobre la dolarización: argumentos y cifras contundentes
- La discusión sobre dolarizar la economía argentina volvió a escena tras un artículo internacional del Financial Times y opiniones de economistas como Steve Hanke, junto a declaraciones de exministros y funcionarios estadounidenses.
- Pesce advierte que no existe intención oficial ni internacional de dolarizar Argentina y que medidas como la convertibilidad de los años noventa “llevaron al periodo de recesión más largo de la historia”, con desocupación del 15% al 25%.
- Cifras expuestas en la entrevista arrojan que serían necesarios entre 42.000 y 50.000 millones de dólares para dolarizar “todo el circulante, los depósitos en bancos y contratos en pesos”.
- Solo 1.800.000 argentinos están comprando dólares actualmente, mientras que la deuda contraída para respaldo monetario sería pagada por toda la sociedad, incluyendo jubilados y trabajadores en situación vulnerable.
Limites constitucionales y técnicos
Pesce remarca la postura de la Corte Suprema y los artículos clave de la Constitución Nacional que obligan a existir moneda argentina y un Banco Central autónomo. La propuesta de eliminar el peso o cambiar por completo el sistema monetario urbano colisiona con cláusulas fundamentales de la carta magna.
- El peso debe estar respaldado por la función del Estado y no puede ser reemplazado legalmente sin reforma constitucional.
- La presencia obligatoria de un Banco Central se instauró en 1994 y no puede ser removida por decreto ni iniciativa legislativa aislada.
Impacto sobre la sociedad y riesgos del modelo propuesto
El entrevistado expone el “disparate” de creer que cobrar en dólares resolvería los problemas de poder adquisitivo cuando el trasfondo es de desigualdad y deuda. “El esquema beneficiría a unos pocos y terminaría perjudicando a la mayoría con más recesión y exclusión”, enfatizó Pesce.
También advierte que la dolarización suele alimentar cadenas especulativas por desinformación mediática, pero que sus consecuencias “siempre repercuten en el bolsillo” y se ven reflejadas electoralmente al poco tiempo.
Conclusión y recomendaciones
La nota subraya que los problemas estructurales de Argentina —falta de divisas, endeudamiento excesivo y crisis social— no se resuelven con “saltos al vacío” ni modelos mágicos. Pesce afirma que gobernar con dólar barato y endeudamiento solo perpetúa la debacle. Recomienda reforzar la economía real, proteger la moneda nacional y evitar especulaciones que agravan la desigualdad.
Fuente/Canal: Splendid AM 990

