Estados Unidos se apura para volver a la normalidad, mientras enfrenta la mayor inflación en 13 años

Mientras los estados liberan las restricciones por el descenso de casos, el aumento del consumo promete recalentar la economía y el mercado empieza a dudar que la inflación sea temporal.

Con los contagios desacelerándose en la mayoría de Estados Unidos, los gobernadores están poniendo en marcha sus planes de flexibilización, incluso antes del 4 de julio, el Día de la Independencia del virus, según el presidente Joe Biden.

Washington DC diseñó un plan de reapertura en dos etapas y se espera que la mayoría de las restricciones en espacios cerrados (incluyendo bares, discotecas, escuelas y oficinas) se terminen el 21 de mayo próximo.

Ocho estados (incluyendo Florida y Texas) de 50 ya levantaron completamente las medidas por Covid-19.

En Chicago, los espacios cerrados grandes (como centros deportivos, teatros y salas de concierto) podrán funcionar al 25% de su capacidad, mientras que los locales más pequeños al 50%.

Nueva York volverá a recuperar su actividad a partir del 19 de mayo, aunque Broadway seguirá cerrado.

Los Angeles, el estado más poblado del país y uno de los más afectados por la pandemia, planea volver completamente a la normalidad en junio.

El aumento de la movilidad y la liberación de las restricciones prometen recalentar la economía que hoy se topó con su primer signo de advertencia: la inflación de abril cerró en 2,6% con una suba interanual de 4,2%, la mayor en 13 años.

Entre los varios factores que impulsan el aumento de la demanda se encuentran los cientos de millones de dólares que el gobierno depositó directamente vía cheques en los bolsillos de los estadounidenses; medidas más flexibles; el avance de la vacunación; la recuperación de la actividad; el aumento de los salarios y del empleo -de hecho, algunas empresas están teniendo problemas para satisfacer su demanda de trabajadores.

La actividad subió 6,4% en el primer trimestre y en algunos sectores se están generando cuellos de botella, lo que también empuja los precios.

Si bien el salto de precios interanual es fuerte para los parámetros de la economía norteamericana, hay que aclarar que en 2020 los bienes y servicios se depreciaron por los efectos de la pandemia, por lo que eso también tuvo impacto en el resultado final de abril. Comparado con abril de 2019, los precios subieron 2,2%.

En los mercados, las acciones estadounidenses cayeron y los bonos subieron, preocupados porque los nuevos datos de inflación puedan obligar a la Reserva Federal a subir la tasa antes de lo esperado.

Hasta ahora la Fed no se ha mostrado preocupada por la suba de precios y muchos creen que será un fenómeno temporal, una cuestión clave, especialmente porque Biden pretende que el Congreso apruebe dos planes (el Plan de Trabajos Americanos y el Plan de Familias Americanas) que suman cerca de u$s 4 billones.

 

 

fuente: cronista.com

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