El economista y Premio Nobel Paul Krugman arremetió contra el rescate estadounidense al gobierno de Javier Milei, asegurando que la medida favorece principalmente a grandes fondos y inversores extranjeros, en detrimento del pueblo argentino.
Krugman, en la mira de la economía argentina
En su habitual columna de análisis, el reconocido economista Paul Krugman (Premio Nobel de Economía) fue contundente al referirse al rescate financiero promovido por Estados Unidos para sostener la gestión de Javier Milei en Argentina. Krugman acusó que esa intervención representa en verdad un “salvavidas” para las apuestas fallidas de los aliados financieros del grupo Bessent, señalando especialmente al fondo de inversión dirigido por Rob Citrone, uno de los grandes apostadores en bonos argentinos durante la crisis.
Críticas al beneficio para grandes fondos
Para Krugman, el salvataje facilita a estos grandes jugadores retirar sus inversiones con ganancias, mientras las consecuencias en el mercado local quedan a cargo de la sociedad argentina. El Nobel advirtió que la maniobra tiene un fuerte trasfondo político y responde más a la necesidad de salvar posiciones especulativas en los mercados que a una solución sostenible para la economía nacional.
Claves del contexto económico
- El rescate fue calificado como respaldo transitorio para el gobierno de Milei, pero también como un puente para limpieza de deudas y retiro de fondos internacionales.
- Inversores con fuerte posición, como Rob Citrone, logran salir del país sin asumir pérdidas tras apostar fuertemente a los activos argentinos.
- El análisis de Krugman coincide con la preocupación de analistas locales por el peso del endeudamiento y la falta de soluciones de fondo para la economía argentina.
Impacto en redes
El video de Logobardi en Instagram recogió miles de reacciones y comentarios, entre los que predominan críticas al sistema financiero global y la percepción de que los costos recaen sobre la ciudadanía, mientras los grandes fondos obtienen ventajas en los rescates.
En un análisis contundente y de fuerte repercusión internacional, el Premio Nobel de Economía Paul Krugman ha puesto en tela de juicio las verdaderas intenciones detrás de un posible rescate financiero que una futura administración de Donald Trump podría otorgar a la Argentina bajo el gobierno de Javier Milei. Lejos de ser un gesto de ayuda genuina, Krugman sostiene que la operación estaría diseñada para "salvar a los amigos", refiriéndose a los fondos de cobertura y especuladores cercanos al poder.
Un Rescate con Nombre y Apellido
El núcleo de la crítica de Krugman apunta a la figura de Scott Bessent, quien se perfila como el eventual Secretario del Tesoro de Estados Unidos en un nuevo mandato de Trump. Según el economista, un plan que involucraría un swap de monedas por hasta 20.000 millones de dólares no tendría como fin estabilizar la economía argentina, sino proporcionar una vía de escape para los capitales especulativos que apostaron por el programa económico de Milei y ahora enfrentan pérdidas significativas.
Krugman describe un mecanismo claro: los fondos públicos estadounidenses ingresarían a Argentina, sosteniendo artificialmente el valor del peso. Esto permitiría que los inversores y fondos de cobertura, que habrían comprado activos a precios inflados por la euforia inicial, puedan vender sus posiciones y fugar sus capitales antes de un inevitable colapso cambiario. "Los contribuyentes estadounidenses pagarán para rescatar a especuladores en un intento inútil de salvar al 'Elon Musk del Sur'", sentenció Krugman en una dura analogía.
Paralelismos Históricos y Dudas sobre el Ajuste
Para fundamentar su escepticismo sobre el éxito del plan económico actual, Krugman traza un paralelismo directo con el "Plan de Convertibilidad" que rigió en Argentina durante la década de 1990 y que culminó en la crisis de 2001. Considera que cualquier intento de estabilización basado en anclar el tipo de cambio sin un respaldo real y sostenible está, en su opinión, destinado al fracaso. El economista señala que el optimismo especulativo que siguió a la victoria electoral de Milei ya comenzó a desvanecerse ante las dificultades políticas y económicas del gobierno.
Además, el premio Nobel pone en duda la profundidad y sostenibilidad del ajuste fiscal implementado por la administración actual. Argumenta que una parte significativa del superávit se ha logrado a través de la paralización casi total de la inversión pública, lo que en la práctica equivale a "endeudarse con el futuro". Esta estrategia, si bien puede mostrar resultados positivos en el corto plazo, compromete el desarrollo y la infraestructura del país a mediano y largo plazo, generando problemas estructurales más profundos.
La Hipocresía de la Política Exterior
Finalmente, Krugman destaca lo que él considera una profunda hipocresía en la política exterior que propondría Trump. Mientras se recortaría drásticamente la ayuda humanitaria a naciones en crisis, se estaría dispuesto a movilizar una suma multimillonaria para rescatar a un gobierno aliado ideológicamente, pero principalmente, para proteger los intereses de un círculo cercano de financistas. Esta dualidad de criterios expone, según el economista, que las decisiones no se basan en principios de estabilidad global o ayuda al desarrollo, sino en relaciones personales y beneficios para un sector muy específico del mundo financiero.
- Crítica principal: El rescate no busca ayudar a Argentina, sino salvar a fondos de cobertura amigos de Scott Bessent.
- Mecanismo: Usar fondos públicos de EE.UU. para inflar el peso y permitir la salida de capitales especulativos.
- Advertencia histórica: Compara el plan actual con el fracaso del Plan de Convertibilidad de los años 90.
- Análisis del ajuste: Cuestiona que el superávit fiscal se base en la insostenible paralización de la obra pública.
En definitiva, la visión de Krugman es lapidaria: un rescate en estos términos no solo sería inútil para la economía argentina, sino que representaría una carga injusta para los contribuyentes estadounidenses, beneficiando únicamente a un pequeño grupo de especuladores con conexiones políticas.