Según datos oficiales, el mercado laboral formal en Argentina sufrió un duro revés en los primeros siete meses de gobierno de Javier Milei. Un informe revela que más de 220.000 empleos registrados se perdieron, con los sectores de la construcción y la industria como los más castigados por las políticas de ajuste.
La recesión económica y las políticas de ajuste implementadas en los primeros meses de la gestión de Javier Milei han tenido un impacto directo y significativo en el mercado laboral argentino. Un informe oficial, basado en datos del Ministerio de Trabajo y del INDEC, revela que se han perdido más de 220.000 puestos de trabajo formales desde que el nuevo gobierno asumió el poder.
Un ajuste que golpea al empleo registrado
La caída del empleo registrado en el sector privado ha sido la más pronunciada en la historia reciente, superando incluso los momentos más duros de crisis anteriores. Los datos provienen del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que contabiliza todos los empleos con aportes y contribuciones. La cifra de más de 220.000 empleos perdidos refleja un drástico descenso en la actividad económica y un freno en la inversión, lo que ha llevado a miles de despidos y suspensiones en todo el país.
Los sectores más afectados por el ajuste fiscal
El informe detalla que los sectores más afectados por la pérdida de empleo son la construcción, la industria y la administración pública. La parálisis de la obra pública a nivel nacional, una de las primeras medidas del gobierno, ha dejado sin trabajo a una gran cantidad de obreros y profesionales. Del mismo modo, el desplome del consumo y las altas tasas de interés han paralizado la producción industrial, forzando a muchas empresas a reducir su personal o a cerrar sus puertas.
La administración pública, que también ha sido objeto de un fuerte recorte, ha visto la no renovación de contratos y el despido de personal, lo que se suma a la delicada situación. La pérdida de empleo formal no solo afecta a las familias que dependen de esos salarios, sino que también tiene un impacto negativo en la recaudación del Estado y en el sistema de seguridad social, ya que se reducen los aportes y las contribuciones.
La visión económica y el futuro del trabajo
La pérdida de empleos se enmarca en la visión económica del gobierno, que prioriza el equilibrio fiscal por encima de la actividad económica en el corto plazo. Si bien el Ejecutivo sostiene que estas medidas son necesarias para estabilizar la economía y generar un crecimiento sostenible en el futuro, las consecuencias sociales ya se están sintiendo con fuerza. El desafío para el gobierno será revertir esta tendencia y generar las condiciones para la recuperación del empleo formal, algo que se ve difícil en el escenario económico actual.