Reciente informe encendió las alarmas en Chaco al revelar que una familia tipo en Resistencia y Sáenz Peña necesita más de $1 millón para no ser pobre. La cifra refleja la escalada de precios y la creciente dificultad para cubrir las necesidades básicas
La situación económica en la provincia del Chaco continúa siendo un desafío significativo para las familias, según lo revela un informe reciente. La Canasta Básica Total (CBT), que marca el umbral de la pobreza, ha superado la preocupante cifra de $1 millón de pesos tanto en la capital, Resistencia, como en la segunda ciudad más importante, Sáenz Peña.
El Costo de No Ser Pobre: Más de Un Millón de Pesos
Este dato es crucial, ya que la Canasta Básica Total no solo incluye alimentos (que conforman la Canasta Básica Alimentaria, CBA), sino también otros bienes y servicios esenciales como vestimenta, transporte, educación, salud y vivienda. Que una familia tipo (compuesta por dos adultos y dos menores) necesite más de un millón de pesos para no caer bajo la línea de pobreza, subraya la severidad de la inflación y la devaluación del poder adquisitivo de los salarios.
La escalada constante de precios en productos y servicios básicos impacta directamente en la calidad de vida de los chaqueños. Los datos reflejan una realidad económica compleja donde, a pesar de los esfuerzos individuales y las políticas públicas, el ingreso familiar promedio no logra seguir el ritmo del aumento del costo de vida.
Impacto Regional y Perspectivas Futuras
La situación en Resistencia y Sáenz Peña es un termómetro de la realidad económica que se vive en gran parte del país, pero con particular énfasis en las economías regionales. La presión inflacionaria afecta de manera desproporcionada a los sectores más vulnerables y a las clases medias que ven cómo sus ingresos se licúan mes a mes.
Este incremento en la CBT tiene implicaciones directas en el aumento de la pobreza y la desigualdad en la provincia. Las autoridades locales y nacionales se enfrentan al desafío de implementar medidas que logren contener la inflación y, al mismo tiempo, generen ingresos que permitan a las familias recuperar su poder de compra y mejorar sus condiciones de vida. La brecha entre lo que se gana y lo que se necesita para vivir dignamente se agranda, generando un clima de incertidumbre y preocupación en la población.
PRODUCTOS CON MÁS VARIACIÓN DE PRECIOS
En la carnicería, el producto con mayor aumento fue el pollo, que saltó un 71,11% y pasó de $ 4.500 a $ 7.700 por kilo. Le siguió el pescado con un alza del 38,46% que saltó de $ 13.000 a $ 18.000. En tercer lugar, la nalga aumentó un 24,57%, de $ 8.750 a $ 10.900.