Una turista rusa se defendió valientemente de un violento robo en Palermo. El episodio, captado en video, reavivó el debate sobre inseguridad y generó indignación por la liberación de los detenidos.
Un episodio que conmueve: violencia y valentía en pleno Palermo
En la tarde del 9 de noviembre, una turista rusa de 33 años paseaba en bicicleta por la intersección de avenida Córdoba y Fitz Roy, en el corazón de Palermo, cuando fue sorprendida por dos motochorros que intentaron arrebatarle el celular en un semáforo. Lo que siguió fue un forcejeo feroz y una resistencia inesperada de la víctima, que logró retener a uno de los delincuentes hasta la llegada de testigos y vecinos solidarios.
La secuencia del ataque
El intento de robo fue registrado íntegramente por las cámaras de seguridad de la zona, imágenes que luego se viralizaron y aportaron datos clave a la policía. La turista, identificada como Alexandra Doquetoba, se aferró con fuerza a la pierna de uno de los ladrones. Pese a los golpes y la violencia, su tenacidad permitió que los vecinos la auxiliaran en el mismo lugar y que la policía detuviera a uno de los sospechosos. El otro ladrón, que huyó en moto, fue capturado horas más tarde tras una persecución monitoreada por el Centro de Monitoreo Urbano, culminando en el barrio de Villa Crespo. En el allanamiento, la policía secuestró diez celulares robados, cascos y otros elementos típicos del delito.
- La víctima sufrió lesiones en la cabeza durante el forcejeo.
- Ambos sospechosos eran argentinos y contaban con antecedentes.
- La intervención vecinal fue esencial para frustrar el robo.
- Las pruebas fílmicas resultaron determinantes y permitieron identificar a los delincuentes.
¿Justicia en duda?: indignación por la liberación de los detenidos
El desenlace judicial del hecho generó gran polémica. Pese a las pruebas acumuladas –videos del ataque y el decomiso de bienes robados–, el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional 54 dispuso la libertad de ambos detenidos. La decisión, promovida por la jueza Paula Verónica González y la Unidad de Flagrancia Norte, fue recibida con profunda indignación por los vecinos, testigos y la propia víctima.
Álvaro, uno de los testigos fundamentales que aportó imágenes, expresó su frustración ante los medios: “No sé qué más pruebas quieren. Se ve todo en las cámaras.” El sentimiento compartido por la comunidad es de impotencia ante la reincidencia delictiva y la sensación de inseguridad en una zona frecuentada tanto por turistas como por residentes locales.
Palermo, epicentro de la inseguridad urbana
El barrio porteño de Palermo, conocido por su vida nocturna y su perfil turístico, ha registrado un aumento notable de robos diarios según testimonios recogidos de comerciantes y vecinos. El caso de Alexandra visibiliza el fenómeno de ataques a extranjeros y reactiva el reclamo de mayor protección y respuestas efectivas por parte del sistema judicial.
- La zona de Córdoba y Fitz Roy es considerada “blanco fácil” para el robo de celulares, en especial a turistas.
- La reiteración de hechos similares alimenta el debate sobre la impunidad judicial y la necesidad de endurecer penas.
- Vecinos y comerciantes exigen mayor presencia policial y control urbano, aprovechando el uso de cámaras como herramienta de prevención.
Reflejo social: solidaridad y exigencias de cambio
Más allá del violento episodio, lo ocurrido también dejó en evidencia la capacidad de reacción solidaria de la comunidad. La ayuda brindada a la víctima puso en riesgo la integridad de los testigos, pero mostró una actitud colectiva de intolerancia frente a la delincuencia. El caso, viralizado en redes sociales y medios televisivos, plantea interrogantes urgentes sobre qué puede hacer la sociedad ante el avance del delito urbano y la escasa respuesta de la Justicia.
En palabras de Álvaro, el testigo que grabó la secuencia: “Siempre hay robos en Palermo. Buscan a los distraídos porque aquí hay mucho turista, mucha zona para ‘trabajar’. Pero esta vez la mujer se defendió, y nosotros hicimos lo que pudimos.”
Conclusión: entre el coraje y la indignación
El episodio protagonizado por Alexandra Doquetoba no sólo destaca el coraje individual de una víctima de inseguridad, sino que simboliza un reclamo social más amplio: mayor protección, rigor en las investigaciones y una respuesta judicial acorde a la gravedad de los hechos. Palermo, escenario habitual de robos y ataques, pide cambios urgentes que transformen la bronca y la solidaridad en un sistema de prevención eficaz y justicia real.

