El FMI pide al Gobierno transparencia monetaria y cambiaria para gestionar la volatilidad

En un contexto de búsqueda de estabilidad económica, surgen nuevas directrices sobre la necesidad de adoptar una mayor claridad y adaptabilidad en las políticas monetaria y cambiaria.

  

La gestión de la volatilidad del mercado se posiciona como el desafío principal, apuntando a un esquema que permita absorber shocks externos sin generar desequilibrios.

La consolidación de un camino hacia la estabilidad económica requiere de señales claras y una estrategia bien definida por parte de las autoridades. En este sentido, la comunicación transparente y la previsibilidad en las decisiones se vuelven herramientas fundamentales para anclar las expectativas de los agentes económicos y reducir la incertidumbre que ha caracterizado al mercado en los últimos tiempos.

Transparencia como Pilar Fundamental

Una de las recomendaciones centrales es la necesidad de reforzar la transparencia en la comunicación de las políticas monetaria y cambiaria. A medida que se logren avances significativos, como la recomposición de las reservas internacionales y una marcada desaceleración de la inflación, será crucial que las autoridades hagan más flexibles sus marcos de actuación. Esto implica una comunicación más fluida y detallada sobre los objetivos y las herramientas que se utilizarán para alcanzarlos.

Una Estrategia para Gestionar la Volatilidad

El objetivo a mediano plazo es claro: migrar hacia un sistema que permita una mayor flotación del tipo de cambio, con el fin de que pueda actuar como un amortiguador frente a posibles shocks externos. Para llegar a ese punto, se proponen una serie de pasos intermedios y ajustes graduales en la política actual.

Entre las principales directrices para esta etapa de transición, se destacan las siguientes acciones:

  • Recalibrar la política monetaria: Se sugiere que las tasas de interés se mantengan en terreno positivo en términos reales para continuar incentivando el ahorro en moneda local y sostener la demanda de pesos.
  • Ajustar el ritmo del tipo de cambio: La actual tasa de devaluación mensual controlada (conocida como "crawling peg") debería ser revisada periódicamente para evitar un nuevo atraso cambiario y asegurar que se mantenga la competitividad externa.
  • Gestionar los flujos de capital: Es vital administrar de manera prudente tanto las entradas como las salidas de capitales para evitar una volatilidad excesiva en el mercado cambiario, especialmente mientras las condiciones macroeconómicas aún se están consolidando.

En definitiva, la propuesta es avanzar hacia un esquema más flexible de manera gradual y ordenada, asegurando que cada paso esté respaldado por una comunicación clara y por la fortaleza de las condiciones económicas. El fortalecimiento del balance del Banco Central y la eliminación progresiva de las restricciones cambiarias son vistos como los pasos finales en este camino hacia la normalización económica.

 

desarrollo basado en la fuente: ambito.com  

 

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